Concebida como una película antibélica y rampantemente antinazi en prácticamente el epicentro de la Segunda Guerra Mundial, THE MORTAL STORM puede presumir —a parte de un elenco que no puede estar mejor— de tener un ritmo fantástico para el año en el que se estrena, sobre todo teniendo en cuenta que se concibe más como drama que otra cosa.

Plantea cuestiones francamente interesantes dadas las circunstancias histórico-sociales. Es interesante ver cómo, tratándose de una película producida y estrenada en medio de la debacle nazi, manifiesta una representación robotizada de los acólitos al régimen. Al fin y al cabo, todo lo sucedido en el margen de la Segunda Guerra Mundial plantea una lectura de contienda entre humanistas y anti-humanistas. Hay dinámicas internas que sirven como prueba de ello.

Y quizá THE MORTAL STORM peque de esquematizar el proceso de radicalización de las juventudes hitlerianas, pero el alarmismo con el que la película concibe la situación sociopolítica de una Alemania enardecida por el espíritu romántico del totalitarismo parece justificar las medidas tomadas en cuando a manifestación de esta narrativa.

Me daba pereza por las circunstancias que trata, pero THE MORTAL STORM me ha sorprendido al darme una clase magistral de ritmo y representación plástica de un conflicto en pleno proceso. Aunque el conflicto tonal entre el optimismo exacerbado del principio y la 'necuia' totalitaria de las partes medial y final resulte algo chocante, hay buen cine en esta notable película de Borzage.