Entretenido film de Russ Meyer, que poco a poco iba teniendo éxito en el mundo entero y comenzando a ser tomado por el gran erotómano del cine estadounidense.
Gracias a las enormes y preciosas glándulas mamarias de las actrices que pueblan sus filmes y su erotismo algo chusco y violento, amén de siempre gracioso, logra en esta cinta un divertimento que visto al cabo de los años sigue haciendo gracia.
Es simpática y tiene además su historia criminal, de esas que tanto gustan de inocente siendo perseguido por la Ley.
Como digo, chicas despampanantes y sexo y violencia en un conjunto quizás mediocre en el plano estricto de calidad cinematográfica, pero vistoso y ameno.

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