Personal adaptación de "Bodas de Sangre", escrita en 1932, bastante preciosista y bella en imágenes sustentadas por una preciosa fotografía y una exquisita y rica banda sonora.
Asimismo, las interpretaciones (sobre todo de las féminas) eleva el interés de la película, sobre todo la gran Luisa Gavasa, que aquí comenzó a ser popular (al menos un poco), tras años de mucho trabajo.
Quizás se regodea en algunos tramos, sobre todo en su determinante final, con composiciones y muchos planos, cuando evidentemente no hacían falta tantos, pero Paula Ortiz nos ofrece su particular y personal modo de ver la historia y hay que aceptarla.
Y no queda mal, con momentos intensos y desgarradores, con otros quizás inflados en su puesta en escena, que pudiera no ser del gusto de muchos espectadores.
Pero está bien en líneas generales, no aburre nunca y se sigue con interés, aunque finalmente pudiera no convencer a parte de la platea.

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