"The night of" me ha fascinado. Es una de esas miniseries que no quieres que terminen jamás, de las que quedas enganchada, sumergida en su argumento, empatizando con sus personajes, queriendo saber más de ellos y de lo que les depararán sus vidas.

Tengo que quitarme el sombrero ante dos de sus protagonistas. Uno es el rapero y actor inglés de origen pakistaní, Riz Ahmed, y el otro es el veterano John Turturro. Al primero sólo le conocía de una correcta actuación como secundario en la película "Nightcrawler", y aquí hace una interpretación que se ha ganado, merecidamente, varios premios y alabanzas por parte de los críticos. El segundo es una máquina de la actuación, todo un maestro de la misma, y su personaje es maravilloso.

Riz Ahmed tuvo que desarrollar a lo largo del rodaje un cambio físico brutal, ligado directamente al cambio psicológico que iba experimentando su personaje. El actor está admirable, llevando a cabo esa dualidad entre su personaje del principio de la serie y el del final, un ser totalmente transformado por la crueldad de la vida en prisión.

Turturro nos regala un caramelo de actuación como ese abogado fracasado y solitario que sufre de problemas de piel. Es enternecedor, sin duda, el personaje que más me ha gustado de toda la serie.

Como buenos secundarios que acompañan a estos dos ejes centrales de la serie tenemos al tristemente desaparecido por sobredosis, Michael K. Williams, maravilloso también como ese mentor del protagonista en la cárcel, a un desconocido por mí Bill Camp, como detective que detiene al protagonista, a unos Poorna Jagannathan y Peyman Moaadi que expresan perfectamente el sufrimiento y sacrificio de unos padres y a la joven de gran parecido físico con la actriz y cantante Selena Gómez, Sofia Black-D´Elia, que saca petróleo de su breve pero decisivo personaje. También sorprende una desconocida Amara Karan como abogada defensora.
Dura, realista, cruel y maravillosa y, encima, ambientada íntegramente en la ciudad de Nueva York. No puedo dejar de recomendarla.
Un saludo,
Tess