El jorobado de Nôtre Dame al que dió vida la factoría Disney en el año 96 es de todo menos una película infantil, yo me lo pensaría dos veces antes de ponérsela a mi sobrino, sinceramente, ya que no me esperaba encontrarme con esta historia tan sombría y tan triste de manos de una factoría que acostumbra a hacernos soñar. Tengo que decir que me he encontrado con una maravilla de película, algo digno de verse ya desde los comienzos de la misma, con esas campanas de la catedral de París sonando de fondo. La música es absolutamente maravillosa, dejando claro también la madurez de la misma, con cantos gregorianos de fondo incluídos. El tema que trata, ese racismo incontrolable por parte del poder representado por un villano digno de recuerdo, ese Frollo perverso, contra los gitanos, es despreciable, repugnante. Ese deseo carnal de esa vieja alimaña por la preciosa gitana Esmeralda, es algo que pocos niños comprenderían. Los personajes son a cual más carismáticos. Aparte del malo de Frollo como juez de Paris, tenemos al verdadero protagonista, a ese Quasimodo obligado a encerrarse en el campanario de la "Señora" de Paris simplemente por ser dueño de un físico poco agraciado. A mí este personaje me ha llegado al alma. Le pone voz un interesante actor desaparecido de las pantallas de cine como es Tom Hulce. El contrapunto femenino nos llega por parte de Esmeralda, la gitana a la que pone voz Demi Moore y que llegará a la vida del pobre Quasimodo para cambiarla y darle algo de ilusión. La sensualidad que los dibujantes le otorgan a este personaje es impresionante. El tercero en discordia será Febus, soldado a las órdenes de Frollo que se enamora de la gitana y al que le pone voz el gran Kevin Kline. Con la ciudad de París, una de mis debilidades, y con su Nôtre Dame, otra con la que tampoco parto peras, como unas protagonistas más de la película, puedo decir que "El jorobado" se ha convertido en una de mis favoritas de las muchas maravillas que nos ha dejado la factoría del tío Walt.