Cine bien realizado no quiere decir que sea una película apasionante y de intriga desbordante, y desde luego, en este caso, tampoco es cine propagandístico. Es un thriller lejano al concepto de cine negro, de espías, basado en hechos reales. Si está basado en hechos reales no es cine propagandístico, que aquí en cuanto se habla de las miserias de uno u otro, como uno sienta escozor, enseguida se tira de lo propagandístico, como para restarle valor, y no, está basada en hechos reales. Punto. Es como si la película, por ejemplo: Apolo 13, que está basada, a su modo, en hechos reales, tuviera que ser "cine propagandístico" porque habla para bien o para mal, de aquella misión espacial. Nadie dice que sea propaganda de los "Apolos" o de que el número 13 trae mala suerte.

Telón de Acero cuenta muy bien la persecución de inocentes, lavados de cerebros, tortura psicológica, tortura física, amenazas, crímenes y demás putadas que tan bien implantó el genocida Stalin para que su querido pueblo sufriera de lo lindo, y como sus adeptos camaradas eran bastante ceporros en lo de discurrir, pues tenían que robar a los demás las fórmulas de física y química de primero de carrera porque de la EGB no pasaban. Por eso crearon la KGB.