Una mujer ve truncada su carrera como actriz por culpa de un director de cine impaciente y bastante egocéntrico. Este papel de director de cine se lo reserva Hugo Haas para él, y el de la mujer lo interpreta Cleo Moore. Esta es una de las siete películas en las que Hugo Haas contó con Cleo Moore porque evidentemente la rubia sabía dar fuerza y convicción de sobra a sus papeles. Si en One Girl´s Confession (1953) que también viene en el mismo pendrive que llegó a mi buzón, Cleo hace de mujer decidida con un peculiar sentido de la justicia, aquí es de nuevo una mujer decidida pero con el sentido de la justicia muy personal y radical.
Las actuaciones son clave en estas películas de Hugo Haas porque las decisiones que toman los protagonistas resultan bastante discutibles, da la sensación que toman los caminos más complicados y que se pudo obrar de forma más sensata. No obstante, tomada como es, esta película entra en la dinámica de La gardenia azul (1953) y tantas otras del estilo, en las que un inocente se ve envuelto en un grave entuerto tras una supuesta noche de excesos.
Los personajes son de personalidad escueta pero firme, lo que hace que la película tenga el argumento tan bien hilvanado. Cleo Moore impacta con su frío cálculo malévolo de los acontecimientos y así implica al espectador de continuo, y sin duda que el cerebro de más de uno bullirá al verla en salto de cama haciéndose la inocente.
spoiler:
El director entra en el juego del chantaje que le hace Sherry cuando se vislumbra que una confesión a tiempo y una denuncia a la policía resolvería el problema fácilmente. Al fin y al cabo sólo se ofreció a llevarla a casa y aceptó una copa como continuación a la fiesta, luego se quedó dormido (o sedado, para el caso es lo mismo) en el sofá y santas pascuas. Es difícil creerse que si hubo algo con tamaña tía no se acordara. Vamos, como si todos los días le pasara algo parecido...