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Voto de Antonio Morales:
7
Western. Thriller Pat Brennan es un veterano vaquero que ha decidido establecerse por su cuenta en una granja. Un día se cruza con la diligencia que conduce su amigo Ed; en ella viaja el peculiar matrimonio formado por Doretta, hija de un rico hacendado y el antipático Willard. Poco después, un grupo de bandidos ataca la diligencia. Considerada el mejor western de Boetticher. (FILMAFFINITY)
21 de noviembre de 2014
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde un punto de vista puramente histórico y económico, la serie “B” existió entre 1935 y 1958, y estaba compuesta por películas de bajo coste, rodadas en pocos días y sin actores famosos o estrellas, de duración inferior a 90 minutos y destinadas al complemento de los programas dobles. Casi no se anunciaban, y recibían tan sólo un pequeño porcentaje de los ingresos en taquilla del cine en que se proyectaban, por lo que a las grandes compañías no les resultaba rentable producirlas, y las compraban, por lotes, a pequeños estudios especializados. Muchas de estas pequeñas obras, contienen hallazgos narrativos, y propuestas innovadoras que eran propiciadas por la libertad artística que el autor disfrutaba gracias al poco riesgo económico.

“Los cautivos” es el segundo de los siete westerns introspectivos, hoscos y escuetos de serie B que el cineasta realizó junto a Randolph Scott. Con una gran capacidad de síntesis y economía de medios, donde el realismo impregna especialmente la forma de mostrar la violencia. Es el título más determinante en cuanto a la ruptura y la emancipación con respecto al género y a la propia industria. Scott no interpreta nunca al héroe perfecto sino un anónimo poblador del oeste salvaje, con defectos y virtudes, de tal forma que no hay maniqueísmo sino, más bien, cierta ambigüedad, reforzada, además, por la habilidad del cineasta y su guionista para conseguir que el villano (Richard Bonne) resulte interesante y, a menudo, simpático o patético.

La película sobria y austera está ambientada en una zona terrosa y escarpada, de extraordinaria fisicidad, el calor desértico expuesto en el sudor de la camisa de Scott, el pequeño cobertizo apuntalado por unos maderos, espacio rudimentario donde suceden los conflictos, de Pat (Scott) consigo mismo, de éste con Doretta (Maureen O´Sullivan) y del mezquino esposo de Doretta, capaz de venderla a los bandidos para salvar el pellejo. Los movimientos de los personajes y sus ropajes están en consonancia con ello, como si Boetticher quisiera difuminarlos entre el colorido y la sequedad del paisaje. El argumento es bastante convencional, pero la que sorprende es la puesta en escena por su originalidad visual y narrativa, diseccionando las motivaciones psicológicas de los personajes.
Antonio Morales
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