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Voto de Antonio Morales:
7
Drama. Romance Isabel la Católica (Susi Sánchez) envía a su hija Juana (Pilar López de Ayala) a Flandes para que se case con Felipe el Hermoso (Liotti). Se trata de un matrimonio de carácter político que sirve para sellar y garantizar una alianza dinástica entre los Reyes Católicos y el emperador de Alemania Maximiliano I, con el fin de aislar a Francia. Siguiendo la misma política, se había concertado el matrimonio de Catalina y Enrique VIII de ... [+]
11 de febrero de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el llamado “Cine histórico”, la historia pasa siempre a través del filtro de unas propuestas cinematográficas que definen el producto que llega al espectador y dentro de las cuales también puede situarse la propia personalidad del cineasta que dirige la película. De este modo, Aranda no parece interesado por la historia social o económica de la época, mientras que la historia política se sitúa como tenue telón de fondo casi en exclusiva remitida a la voz en “off” que va jalonando el relato, o a ciertos momentos que contribuyen a puntear el núcleo esencial del film, que no es otro que: La relación amorosa entre Juana de Castilla y Felipe de Habsburgo. Por lo tanto, la trama se centra principalmente en una relación que deriva hacia las formas del melodrama amoroso.

Aunque se inspira en la pieza de Tamayo y Baus que diera origen a “Locura de amor”, la célebre película de Juan de Orduña, este trabajo de Vicente Aranda se distancia, tanto en el tono como en la estética de aquellas viejas producciones de Cifesa realizadas a mayor gloria del imperio. “Juana la loca” ofrece una mayor naturalidad, un mayor realismo, visible desde la misma elección de sus localizaciones hasta la mayor carnalidad del tempestuoso amor retratado. También los actores son mucho más jóvenes, en consonancia con la auténtica realidad de la época. Fiel a su peculiar universo de pasiones desaforadas y sexualidades encendidas. Aranda muestra explícitamente la pasión y la obsesión de Juana por su infiel esposo, dibujando su presunta locura como un modo de plasmar y llevar al límite la pasión amorosa.

Lo que Aranda nos cuenta, con pulso maestro, dignificando el cine mientras otros lo degradan, es la desgraciada vida de una mujer (casi una adolescente) que es enviada por la reina Isabel la Católica a Flandes para que contraiga matrimonio con Felipe el Hermoso, en un enlace de conveniencia destinado a promover una estratégica alianza dinástica entre los Reyes Católicos y el Emperador Maximiliano. Felipe se revela como un marido irresponsable, mujeriego y vividor. El amor apasionado que Juana siente por él propicia unos continuos ataques de celos que deterioran su vida conyugal desatendiendo sus asuntos de estado, azuzada por las intrigas palaciegas que se tejen a su alrededor. Si el italiano Daniele Liotti resulta algo frío e inexpresivo como Felipe, Pilar López de Ayala encarnando a Juana compensa con creces esa deficiencia, con una interpretación portentosa y llena de energía, sencillez y naturalidad en este convincente fresco histórico que alberga al menos unas cuantas escenas memorables.
Antonio Morales
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