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Voto de KRIVO:
8
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Serie de TV. Intriga. Terror. Thriller. Comedia
Un periodista llamado Kolchak (Darren McGavin), que trabaja para un periódico local, investiga casos sobrenaturales en Chicago. Su motivación es encontrar evidencias que puedan demostrar que los hechos son reales. Debe llevar adelante su tarea siempre a espaldas de la policia, los gobernantes y su propio empleador. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, señalar que vi los dos telefilmes de Kolchak, previos a la serie de TV. The Night Stalker, 1972 (El cazador nocturno). El otro es The Night Strangler (El estrangulador de la noche).
En esta crítica me refiero a la primera película. La vi siendo un adolescente. Y me causó un fuerte impacto, especialmente, la terrorífica e imponente figura del vampiro. Décadas después, volví a verla, en DVD y en color, ahora con mis hijos en edad escolar. Y ellos sintieron la atmósfera de suspenso y temor que crea la película. Evidentemente al volver a verla, ahora mi percepción fue diferente, pero sigo destacando la buena factura de la película, su estilo, mezcla de cine negro, terror y suspenso, y las sensaciones que produce.
Tiene un muy buen ritmo, dirigida con pulso firme, una sugestiva musicalización unida al buen uso de los silencios, que le otorgan una acertada atmósfera a la historia, expresada en un sólido y entretenido guión, del reconocido Richard Matheson. Y por cierto, estupendas interpretaciones, destacando por encima de todos un Darren Mc Gavin que hace una creación de su personaje, el irreverente, astuto y atípico periodista Kolchak.
The Night Stalker (o El cazador nocturno, en mi país) de 1972, constituyó en su momento (y hasta ahora) un buen aporte al tema vampírico, modernizándolo, y ya no es el aristocrático y sempiterno Drácula, sino que ubica al aterrador vampiro en el contexto de la sociedad urbana, (Las Vegas en este caso), inserto en los usos y prácticas citadinas. Rompe el molde y la atmósfera gótica tradicional del vampirismo, algo que era difícil de lograr en el cine, tratándose de estos temas y -en este sentido- la película fue innovadora.
En segundo lugar, respecto a la entrañable serie de TV, fueron 20 capítulos en temporada única, que ahora se pueden revisar en formato DVD y doblada al español. El carismático Darren Mc Gavin está totalmente empoderado en su papel, así como se afianza su particular relación de "amor-odio" con su jefe en el diario, Anthony Vicenzo (interpretado por un excelente Simon Oakland). El nivel general de la serie es satisfactorio, aunque no es parejo, existiendo algunos capítulos muy buenos, especialmente por sus guiones bien elaborados (para teleespectadores que piensan y van más allá de lo obvio) y otros de menor factura, básicamente por la caracterización de los "monstruos". Pero esto último se puede comprender dado el bajo presupuesto de la serie y de la época. Cada capítulo tiene un ritmo ágil, diálogos chispeantes, adecuada dosificación del sentido del humor e ironía del bueno de Kolchak, mostrando su capacidad de deducción y análisis, pero siempre metiéndose en problemas (provocando el disgusto de su Jefe y de la policía), llevado por su instinto de reportero de lo "sobrenatural", para llegar hasta las últimas consecuencias. Y desentrañar el misterio de turno. Pero claro, sólo lo sabrá él y el público.
En esta crítica me refiero a la primera película. La vi siendo un adolescente. Y me causó un fuerte impacto, especialmente, la terrorífica e imponente figura del vampiro. Décadas después, volví a verla, en DVD y en color, ahora con mis hijos en edad escolar. Y ellos sintieron la atmósfera de suspenso y temor que crea la película. Evidentemente al volver a verla, ahora mi percepción fue diferente, pero sigo destacando la buena factura de la película, su estilo, mezcla de cine negro, terror y suspenso, y las sensaciones que produce.
Tiene un muy buen ritmo, dirigida con pulso firme, una sugestiva musicalización unida al buen uso de los silencios, que le otorgan una acertada atmósfera a la historia, expresada en un sólido y entretenido guión, del reconocido Richard Matheson. Y por cierto, estupendas interpretaciones, destacando por encima de todos un Darren Mc Gavin que hace una creación de su personaje, el irreverente, astuto y atípico periodista Kolchak.
The Night Stalker (o El cazador nocturno, en mi país) de 1972, constituyó en su momento (y hasta ahora) un buen aporte al tema vampírico, modernizándolo, y ya no es el aristocrático y sempiterno Drácula, sino que ubica al aterrador vampiro en el contexto de la sociedad urbana, (Las Vegas en este caso), inserto en los usos y prácticas citadinas. Rompe el molde y la atmósfera gótica tradicional del vampirismo, algo que era difícil de lograr en el cine, tratándose de estos temas y -en este sentido- la película fue innovadora.
En segundo lugar, respecto a la entrañable serie de TV, fueron 20 capítulos en temporada única, que ahora se pueden revisar en formato DVD y doblada al español. El carismático Darren Mc Gavin está totalmente empoderado en su papel, así como se afianza su particular relación de "amor-odio" con su jefe en el diario, Anthony Vicenzo (interpretado por un excelente Simon Oakland). El nivel general de la serie es satisfactorio, aunque no es parejo, existiendo algunos capítulos muy buenos, especialmente por sus guiones bien elaborados (para teleespectadores que piensan y van más allá de lo obvio) y otros de menor factura, básicamente por la caracterización de los "monstruos". Pero esto último se puede comprender dado el bajo presupuesto de la serie y de la época. Cada capítulo tiene un ritmo ágil, diálogos chispeantes, adecuada dosificación del sentido del humor e ironía del bueno de Kolchak, mostrando su capacidad de deducción y análisis, pero siempre metiéndose en problemas (provocando el disgusto de su Jefe y de la policía), llevado por su instinto de reportero de lo "sobrenatural", para llegar hasta las últimas consecuencias. Y desentrañar el misterio de turno. Pero claro, sólo lo sabrá él y el público.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Recuerdo que cuando vi por primera vez el telefilme (y refuerzan esta impresión mis hijos pre-adolescentes que la vieron conmigo hace poco) me impactó la figura imponente y casi indestructible de un vampiro que deja sin una gota de sangre en el cuerpo a sus víctimas, conduce un automóvil, entra a un Banco de Sangre para... robar el rojo fluído, se pasea por la ciudad nocturna atemorizando a los transeúntes con su sola presencia, se desprende a golpes y empujones de varios policías que salen disparados por el aire como muñecos, obviamente, es inmune a las balas, y lo más sorprendente, cae a una piscina, lucha sumergido, y aún así, logra escapar. Muy distinto a todo lo que ya había visto sobre el tema vampírico (que no es poco), centrándose en la figura del señorial y maligno Drácula, y lo más aterrador que había visto, era el "Príncipe de las tinieblas" del imponente Christopher Lee.