Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Laura M Solano:
9
Drama Después de cuatro años de separación, Ahmad viaja de Teherán a París a petición de Marie, su esposa francesa, para resolver los trámites de su divorcio. Durante su estancia, descubre la conflictiva relación entre Marie y su hija. Sus esfuerzos para mejorar esa relación sacarán a flote un secreto del pasado. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es toda una montaña rusa de emociones contadas de una forma magistral. Todos los personajes están perfilados con un cuidado exquisito y son capaces de llevarte por una historia y unos caminos que no dejan de sorprender y emocionar.

El director te va adentrando en la historia poco a poco y cuando te has puesto cómodo empieza a sacudirte una y otra vez hasta dejarte exhausto y dándote poco tiempo a largas recuperaciones. Y sin embargo todo fluye con una naturalidad asombrosa, no hay atropellos, todo ocurre cuando tiene que ocurrir y no antes, aunque lo haga estallándote en la cara. Tu cabeza y tu corazón van saltando de la razón a la emoción y entras en un torbellino del que no quieres salir.

Se nos enseña a la pareja, el final de las relaciones, el principio de otras, el papel que juegan los hijos en ellas y en la vida, el como los adultos pueden volverse egoístas hasta límites insospechados, el como los hijos son egoístas hasta límites insospechados, las relaciones de amistad, el amor, el odio, el rencor, la venganza, la culpa, las discusiones apasionadas, las reacciones irracionales y feroces, las reflexiones racionales, las heridas no cicatrizadas, las cosas no dichas en su momento, la falta de sentido de decirlas después, el sentido de decirlas después, el saber decir las cosas, el dialogar, el saber rectificar, la importancia de pedir perdón… se nos enseña, en definitiva, la vida con todas sus posibilidades.

Hacía mucho que una película no me tocaba tanto. Desde que vi en en el Festival de San Sebastián “La Herida” de Fernando Franco para ser exactos. Y “Le Passé”, si cabe, lo ha hecho más y más hondo.

Al final te quedas totalmente acongojado y con un nudo en la garganta (o llorando a moco tendido directamente, eso ya depende del pudor de cada uno) mirando esas manos entrelazadas del último plano, igual que mirabas las manos de Meryl Streep en los Puentes de Madison mientras sujetaban con todas sus fuerzas la puerta de esa camioneta…
Laura M Solano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow