Sam Mendes se vuelve a superar (que ya es decir) y firma su mejor película hasta la fecha. Pedazo de dramón. Es una película de tema, que habla sobre algo y que finalmente toma partido, sin por ello desdeñar ningún punto de vista. Y lo hace tan bien que a mí la "moraleja" (por llamarlo de alguna manera) no me chirría en absoluto.
La última escena de Winslet y DiCaprio juntos es CINE en su máxima expresión. Y los dos epílogos de la película son soberbios, definiendo a la perfección los dos puntos de vista de los que hablaba antes.
Leo está genial, como siempre, pero lo de la señora Kate Winslet es para guardar en el libro de las mejores interpretaciones de la historia. En serio, no he visto The Reader, pero me cuesta creer que pueda superar lo que ha hecho en esta película. Me llegó al alma.

Por ponerle alguna pega al film, diré que Thomas Newman esta vez no estuvo a la altura. O al menos esa fue la impresión que me dio en un primer visionado (sobretodo por la escena del baile). A lo mejor cuando escuche la bso cambio de opinión.