Como decía un periodista de la Rolling Stone, la combinación Portman/Johansson le añade a la película una mezcla explosiva que te termina por enganchar. Cada una en su papel, Mary (Scarlett) hace de la hermana dulce, educada y con buenas intenciones, mientras que Anne (Portman) es la hermana maquinadora que le busca a todo dobles intenciones y algún beneficio. Ambas están magníficas y eclipsan cualquiera otro detalle o interpretación dentro de la película.

Siempre me gustaron las historias de la antigüedad (pese a que no es mi género preferido) como reyes y nobleza. Es decir, este tema. Lo abordan de una manera muy interesante, marcando cada parte de la película gracias a las hermanas. Me pareció una historia bastante interesante.

Se juntaron mis actrices preferidas y he de decir que, en este duelo, ha ganado Portman. También es cierto que su personaje atraía mucho más, pero es que esos discursos que daba, o cómo encandilaba al rey de una forma tan... segura. Era mala. Y Mary era buena. Me gustaba que fuesen los dos lados opuestos pero, de alguna manera se defendían la una con la otra (pese a que Anne poco hizo por Mary...).

No es un peliculón, ni una super producción, pero se merece un notable.