Recuerdo haber visto esta película cuando era niña y me fascinaba toda la magia que desprende, y hoy en día, sigue fascinándome casi como el primer día.

Me encanta el flashmob del mercado, el baile bajo el agua, la escena de las armaduras medievales, (aunque con esta es un poco amor/odio porque me aterran las armaduras, precisamente por ver esta escena de niña), pero lo mejor, sin duda, es el viaje y estancia en Nabumbu. Ver como podías viajar a donde quisieras con una simple cama, disparó mi imaginación de infante y si, jugaba en la cama a que viajaba a donde quisiera. También me encantaba la idea de poder respirar bajo el agua y estar por ahí sumergida sin ningún tipo de problema cual sirenita.

La llegada a la extraña isla me encantaba, no solo por el ya mencionado baile bajo el agua, si no por la locura que hay en esos locos personajes, empezando por el bacalao y acabando por el rey de la superficie.

Si no la habéis visto, tenéis que verla porque os gustará mucho, sobre todo la recomiendo a los más pequeños de la casa.