Una película que me entretiene a pesar de poseer bastantes baches en su guión. En verdad que quedan suficientes elementos en el tintero, muchos relacionados a la lógica de los acontecimientos. Pero claro, allí es cuando aparece la aventura post-apocalíptica, un ritmo vertiginoso, unos escenarios verdaderamente sugerentes, un Costner sumamente inspirado en su personaje y por sobre todo mucha originalidad en las variantes como para que la propuesta resulte al menos pasable.
Lamentablemente muchos personajes antagonistas están trazados en forma grosera, donde especialmente el “Diácono” Dennis Hopper podrá resultar simpático, pero más que nada ridículo en esencia y ello va en desmedro de la intensidad y sobriedad del carácter de la cinta.
Para colmo no se aleja en ningún momento del corte absolutamente comercial del cine americano, todo está hecho en función del entretenimiento más que en la reflexión ambiental del por qué del desastre natural. Sólo algunos pasajes donde pareciera que el mensaje del director está a favor de valorar lo que hoy poseemos en abundancia, lo demás a sentarse y comer palomitas mientras mucha acción e interesantes efectos especiales son desplegados sin muchas más pretensiones que entretener y hacer lucir al protagonista principal.
Dato curioso: es increíble el parecido de la actriz Jeanne Tripplehorn con pelo corto al cantante Ricky Martin.