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Voto de Lucas Liz:
8
Comedia. Drama. Romance Hollywood, 1927. George Valentin es una gran estrella del cine mudo a quien la vida le sonríe. Pero con la llegada del cine sonoro, su carrera corre peligro de quedar sepultada en el olvido. Por su parte, la joven actriz Peppy Miller, que empezó como extra al lado de Valentin, se convierte en una estrella del cine sonoro. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelta al cine y nunca mejor dicho. Estamos ante un retorno al cine clásico, a los grandes momentos del arte, a lo que los más entendidos llaman "época dorada del cine" y que por desgracia (o por suerte, no soy quien para juzgarlo) nos queda lejana y en la cual tampoco hemos profundizado en exceso.
La cinta es un giro nostálgico que será apreciado por los críticos de cine, todos ellos con una cierta edad, cargados de admiración casi arqueológica y con cierto "tufillo" al cualquier tiempo pasado fue mejor. No sé si mejor o peor, pero sí distinto. Desde aquí creemos que en toda década se ha hecho buen cine, quizá ahora abunden los productos prescindibles, pero también aparecen buenas cintas, como ésta que nos ocupa.
Nos situamos. Finales de la década de los veinte, justo antes del crack del 29 (cuántas crisis económicas ocurren, por dios, y parece que no aprendemos...). Cine mudo, antesala del cine sonoro. Hollywood en plenitud, desbordante, emergente, turgente. Amor desapasionado, romance asexuado.... Un grandísimo homenaje al pasado, a la interpretación pura, al poder del actor... Sí señores, sí, entre otras muchas cosas, creemos sinceramente que es una reivindicación del papel del actor, por un lado, y de la necesidad vital de guión. Elementos a destacar sin dejar de lado el poderío visual y cómo no!! LA MÚSICA... ese elemento que tanto nos gusta en CINE DESDE LA IGNORANCIA, qué tan vital era en el cine mudo y qué tan bonita, sí bonita, es en esta ocasión. Mi música bonita.
Hazanavicius construye, hila, cocina, cose, teje una HISTORIA delicada, preciosa, emotiva y precisa. Sí HISTORIA con mayúsculas, porque las merece. Si ensalzábamos el papel de la interpretación y el homenaje que esta película le brinda, aún por encima hay que elevar la calidad de la historia. Sin historias que contar, ¿qué sería el cine? Simplemente una sucesión de fotogramas impresos en un material polimérico y de apariencia laminar, a través del cual se hace pasar radiación para proyectar unas imágenes sobre una lámina lisa a modo de pantalla. Aquí, estamos ante una historia deliciosa que logra calar en el espectador. Reconocemos que no apta para todos los públicos; el blanco y negro y el género mudo se puede hacer indigesto para muchos espectadores, y eso tampoco hay que olvidarlo...
Decíamos que logra calar, por supuesto que sí. Al salir del cine uno se va convencido de que no sólo ha disfrutado de un momento de entretenimiento y diversión, sino que al final, se va convencido de que ha gozado de una muy buena película.
El guión, la fotografía y la dirección son un gran homenaje a los clásicos queriendo "saldar una deuda con los orígenes de la industria" ... Si por nosotros fuera, esta rúbrica cancelaría esa hipoteca...
Lucas Liz
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