Actualmente, Disney pasa por la que es posiblemente la mejor racha de toda su historia gracias a títulos como ¡Rompe Ralph!, Frozen o Big Hero 6, tres estrenos supusieron un gran éxito. Con Zootrópolis, su último estreno hasta el momento, han sido capaces de mantener el nivel e incluso me atrevería a decir que se han superado a sí mismos, porque Zootrópolis es la película más divertida de Disney. Un estupendo alegato animal donde el miedo racional es el talón de Aquiles de cualquier convivencia y civilización, ya sea humana, animal o vegetal.

El estupendo e ingenioso guión de Jared Bush y Phil Johnston logra crear una historia que avanza con fluidez y contiene el suficiente suspense como para que el espectador quede enganchando hasta el final. Y no solo consigue elaborar una historia cargada de dinamismo, sino que también ingenia inteligentemente con los gags visuales «desde la forma con la que juega con el tempo en la escena de la oficina de perezosos hasta el cómo trata diferentes escalas de edificios, coches, en la escena de la persecución por el barrio roedor». Todo en la película está muy cuidado: desde la animación, la cual no pierde ese aspecto de los animales que combina realismo y dibujo animado, hasta la ambientación, la música.

Zootrópolis es una divertidísima, enternecedora y emocionante aventura que no puedes dejar escapar, porque logra hacernos emocionar, reír, llorar y, sobre todo, nos hace pasarlo muy bien «cosa que muy pocas películas de animación realmente consiguen».