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Voto de Angel Lopez:
8
Bélico. Acción Abril de 1945, la guerra está a punto de acabar. Al mando del veterano sargento Wardaddy (Brad Pitt), una brigada de cinco soldados americanos a bordo de un tanque -el Fury- ha de luchar contra un ejército nazi al borde de la desesperación, pues los alemanes saben que su derrota estaba ya cantada por aquel entonces. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2015
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La brusca escena con la que arranca Corazones de acero de David Ayer ya nos advierte de lo que vendrá después: sorprendente primera toma en la que se ve cómo un oficial nazi montado a caballo es brutalmente asesinado por el sargento “Chacal” (Brad Pitt) que inesperadamente emerge de detrás de un tanque. Corazones de acero se trata de una episódica y atrozmente bella epopeya narrada con pulso firme, en el que un batallón de soldados yanquis comparten el zulo de un carro blindado llamado “Fury”. La mirada de David Ayer pretende combinar dos espacios muy distintos: la humanidad del ser humano y el paisaje de brutalidad, desolación, guerra y muerte que queda en ese terrirorio ya desprovisto de cualquier síntoma de humanidad.

Película claramente influenciada por la violencia del Sam Peckinpah de La cruz de hierro (1977), que se estructura en largas secuencias de acción oxigenadas con algunos episodios más tranquilos. A la ya conocida visón sobre la guerra es añadida aqui una trama dramática fresca e innovadora que impresiona por su ferocidad visual y una inusual trama romántica en el que el personaje de buen corazón es puesto a prueba con el dolor más cruel y despiadado que jamás ha existido: la pérdida del amor de su vida.

En Corazones de acero David Ayer construye un crudísimo poema bélico capaz de mostrarnos, sin asperezas, como se comporta el hombre en tiempos de combate, lo que viene siendo el salvajismo humano.
Angel Lopez
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