No es la primera adaptación del personaje de James Bond, sino la segunda y la primera con Sean Connery como protagonista. Primero hablemos de la música, que usa una instrumentación propia de la música concebida como caribeña y tropical por la cultura eurocentrista y estadounidense, por la ambientación, y muy propia de la década de 1960's, característica de películas que arrancaron en los sesenta como las películas de Herbie. La célebre y reconocible cabecera es lo único que no sigue esa línea musical en la película. Tal y cómo ha envejecido la película nos demuestra cómo puede cambiar nuestro mundo en un breve intervalo de tiempo a pequeña escala, porque no ha envejecido muy bien, que digamos.

Una película que cobra enseguida mérito debido a la originalidad del personaje para la época en la que fue adaptado y debido a un tema tan poco explorado en el cine de ficción como los servicios de inteligencia. Destacaba por su originalidad, nada más.

El desarrollo de la película es pobre, aunque es lo que la hace creíble, lenta y aburrida en algunas escenas y lo peor un escaso desarrollo del personaje villano. Un buen porcentaje de la película está dedicado a las escenas de coqueteo, pero un débil porcentaje a presentar al villano. Ese es un desequilibrio muy injusto para una película de acción.

Dado que está contextualizada en la época de la Guerra Fría, no puede faltar el ingrediente perfecto: la radiactividad y el viaje a la Luna.

Lo mejor: el personaje. Lo peor: el desarrollo de la película y el haber envejecido mal.