Camino a la libertad cuenta la historia (basada en hechos reales, aunque su veracidad ha quedado muy en entredicho) de Janusz (Jim Sturgess), un joven que, tras ser acusado de espía y traidor, logró escapar de un campo de concentración junto a otros presos, iniciando así un durísimo peregrinaje.

La película tiene varios puntos de interés, pero también detalles francamente mejorables. Entre lo positivo destaca la puesta en escena de Weir y cómo éste consigue transmitir con sabiduría la angustia que sufren sus protagonistas (atención a la agotadora travesía por el desierto), mientras que en el lado opuesto nos encontramos con unos personajes a los que se les podía haber sacado más partido (y la culpa no es de su más que eficiente reparto).

Al final, la cinta se queda a medio camino entre el cine de autor y el drama de aventuras apto para todo tipo de públicos (señalar que el tema político y social no tiene, ni remotamente, la relevancia que su trama hace suponer), pero su calidad (sobre todo la de su director) queda fuera de toda duda.