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Voto de Turbolover1984:
4
Drama. Comedia Roberto (José Mota) es un publicista en paro que alcanzó el éxito cuando se le ocurrió un famoso eslogan: "Coca-Cola, la chispa de la vida". Ahora es un hombre desesperado que, intentando recordar los días felices, regresa al hotel donde pasó la luna de miel con su mujer (Salma Hayek). Sin embargo, en lugar del hotel, lo que encuentra es un museo levantado en torno al teatro romano de la ciudad. Mientras pasea por las ruinas, sufre un ... [+]
1 de junio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Álex de la Iglesia es un cineasta admirado por muchos y del que siempre vale la pena darle una oportunidad a sus películas porque ofrece cosas arriesgadas y diferentes. Pendiente de revisionar algunas de sus primeras obras que me encantaron en su día y de ver alguna que me queda en el tintero, en los últimos años aumenta mi admiración por la persona por sus soberbias apariciones públicas a la vez que disminuye la admiración por el cineasta.

Por suerte para todos, muchos directores vienen con fuerza y están dándole un punto de originalidad, frescura y calidad al cine español. Es una pena que coincida con el desinfle progresivo de alguien que llevaba esos calificativos por bandera.

La que nos ocupa es una feroz crítica social que no deja títere con cabeza. Propiciado por un accidente en un museo en el momento de su innaguración mediática, todo el mundo está atento a Roberto, que está en el suelo con un hierro en la cabeza sin que nadie sepa como sacárselo y las consecuencias que podría tener.

Como digo, nadie se libra de la vara de la ira. Desde políticos, directivos de empresas o tv, periodistas al ciudadano de a pie, todos envueltos en la espiral social del morbo y del "todo vale" por unos minutos de gloria y/o por dinero.

El planteamiento en si es interesante (imposible no cordarse de El gran carnaval de Billy Wilder), aparte de que toca temas de candente actualidad con los que es muy fácil conectar con el espectador. El visionado pasa volando convirtiéndola en un producto ligero a la vez que reflexivo.

El problema es que salvo alguna escena puntual, la sutileza en el mensaje brilla por su ausencia y todo está envuelto en un aura excesivamente precocinada y con unas actuaciones sobreactuadas hasta el límite.

El director de la película ofreció en una reciente Gala de los Goya uno de los discursos más inspiradores que he oido jamás y aquí hubiera venido muy bien pero en esta ocasión el guión no lo firma él sino Randy Feldman. No todo es culpa de las palabras elegidas porque suenen tópicas y es que cuando oyes testimonios de gente que está sufriendo por la crisis, entrevistas a gente del 15M (o movimientos posteriores), la mayoría de ellas pese a que sean frases oidas hasta la saciedad, te emocionan porque ves el brillo en sus ojos y te transmiten un sufrimiento real.

Ese es el trabajo del actor y en esta película brilla por su ausencia practicamente en todo el reparto. José Mota no se si es porque todos lo tenemos asociado a un rol concreto pero no me lo creo en ningún momento. Salvo algún momento del final, navega con una mueca indecisa entre su drama y tomárselo a risa y aprovecharlo que no es efectiva. Tampoco te crees en ningún momento el amor pasional con Salma Hayek ni que sean marido y mujer.

(Continúa en spoiler por falta de espacio pero sin desvelar nada importante)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Turbolover1984
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