Submarine
11.679
9 de mayo de 2019
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recomendación de ALMA GEMELA. "Submarine" es una película, dotada de una clara identidad estilística y soltura narrativa. Pasan solo pequeñas cosas, que nunca son importantes, pero al final, te das cuenta que son las que de verdad importan. La voz en off aporta esa intimidad que habitualmente proporciona cercanía con el personaje.
El cine británico despierta en mi sentimientos que ignoro de donde surgen. Existe en él un buen gusto, que incluso aunque el guión falle, suele remontar.
Una clara enseñanza:
Nunca se sabe si quien te ama, lo es a ti, o a su propia fantasía.
El cine británico despierta en mi sentimientos que ignoro de donde surgen. Existe en él un buen gusto, que incluso aunque el guión falle, suele remontar.
Una clara enseñanza:
Nunca se sabe si quien te ama, lo es a ti, o a su propia fantasía.
28 de marzo de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Submarine” es un filme de esos que causan opiniones dispares. Para mi gusto, su nota media está excesivamente inflada debido a su condición de película experimental, con un uso muy destacado del lenguaje cinematográfico pero con un desarrollo muy distinto a otras “obras” experimentales, como el infumable “Código Desconocido” de Haneke.
La película de Ayoade es, básicamente, una comedia romántica atípica y un drama familiar a la misma vez. La relación entre Oliver Tate (Craig Roberts) y Jordana (Yasmin Paige) es más parecida a un tonteo entre adolescentes que un amor verdadero, y podría ser así si no fuera porque se muestran ciertos enfoques y escenas en las que se da a entender lo contrario. Ayoade cuenta su historia de manera muy gráfica, desdibujando la realidad a base de pinceladas artísticas en cada fotograma.
El sentido del humor que impregna el filme es lo que lo salva de la pedantería más absoluta. Sus diálogos están bien construidos y resaltan aspectos muy clarificadores de la personalidad de Jordana, de Oliver y de sus padres. Temas como el deseo sexual adolescente, o en el lado contrario la rutinaria apatía sexual de los padres de Oliver, son mostrados adecuadamente y en su justa medida.
Pero, a pesar del buen hacer del debutante Ayoade, el filme no consigue emocionar ni enganchar tanto como pretende, quedándose en un cuidado entretenimiento con proyección para haber sido una obra mayor.
La película de Ayoade es, básicamente, una comedia romántica atípica y un drama familiar a la misma vez. La relación entre Oliver Tate (Craig Roberts) y Jordana (Yasmin Paige) es más parecida a un tonteo entre adolescentes que un amor verdadero, y podría ser así si no fuera porque se muestran ciertos enfoques y escenas en las que se da a entender lo contrario. Ayoade cuenta su historia de manera muy gráfica, desdibujando la realidad a base de pinceladas artísticas en cada fotograma.
El sentido del humor que impregna el filme es lo que lo salva de la pedantería más absoluta. Sus diálogos están bien construidos y resaltan aspectos muy clarificadores de la personalidad de Jordana, de Oliver y de sus padres. Temas como el deseo sexual adolescente, o en el lado contrario la rutinaria apatía sexual de los padres de Oliver, son mostrados adecuadamente y en su justa medida.
Pero, a pesar del buen hacer del debutante Ayoade, el filme no consigue emocionar ni enganchar tanto como pretende, quedándose en un cuidado entretenimiento con proyección para haber sido una obra mayor.
7 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este submarino tiene que salir a la superficie. Todos los amantes de las comedias originales, ingeniosas, woodyallenianas, con destacables efectos especiales, bellos escenarios y buenísima música (hay 5 canciones de Alex Turner, vocalista de Artic Monkeys), deben ver esta película.
Toques de la estupenda pero olvidada Harold y Maude (1971), de la nostálgica serie Aquellos maravillosos años (The Wonder Years, 1988-93), -el Cuéntame original, vaya-, y del nuevo cine independiente galés, conforman un largometraje ameno y con ritmo, donde salen a relucir de forma muy divertida todas las neuras, miedos, inseguridades y emociones de cuando se es adolescente.
Toques de la estupenda pero olvidada Harold y Maude (1971), de la nostálgica serie Aquellos maravillosos años (The Wonder Years, 1988-93), -el Cuéntame original, vaya-, y del nuevo cine independiente galés, conforman un largometraje ameno y con ritmo, donde salen a relucir de forma muy divertida todas las neuras, miedos, inseguridades y emociones de cuando se es adolescente.
27 de junio de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es aceptable pero queda a años luz de Wes Anderson, director con el que se compara por el estilo de narrar y la riqueza visual.
El comienzo es prometedor, con la auto presentación del protagonista y algunas escenas divertidas.
La historia después pierde fuelle y se ahoga en un marasmo de excentricidades y una atmósfera tan depresiva, meláncolica y decadente que resulta irritante.
El comienzo es prometedor, con la auto presentación del protagonista y algunas escenas divertidas.
La historia después pierde fuelle y se ahoga en un marasmo de excentricidades y una atmósfera tan depresiva, meláncolica y decadente que resulta irritante.
28 de febrero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo en Submarine es uno; cada elemento es parte de un todo que se combina armoniosamente y converge en algo mágico. Nada está librado al azar ni se encuentra porque sí. La película es, de principio a fin, una oda a la belleza. Su música, su paisaje, sus colores; todo nos dirige al mismo ambiente cargado de melancolía y de nostalgia, narrado a la vez con un estilo particular por medio de cuotas de humor y diálogos juguetones.
Existen dos puntos fundamentales en Submarine: el color y la música. Aquí los colores no pasan vanamente ni se mezclan sin razón sino que están perfectamente elegidos y utilizados, esculpidos con la delicadeza de un artesano. De este modo, a cada personaje se le asigna un color que, por supuesto, va en relación a sus características.
Por último, a mi entender, de lo mejor de la película: su banda sonora. Es que no solo la voz de Alex Turner termina siendo perfecta, sino que cada canción está en su lugar correcto dentro del film, de manera que la música, en su armonía y letra, acompaña a la película de manera increíble. La banda sonora es una radiografía del film, de modo que analizar la letra de cada canción, en su respectivo orden, es como volver a ver la película.
Existen dos puntos fundamentales en Submarine: el color y la música. Aquí los colores no pasan vanamente ni se mezclan sin razón sino que están perfectamente elegidos y utilizados, esculpidos con la delicadeza de un artesano. De este modo, a cada personaje se le asigna un color que, por supuesto, va en relación a sus características.
Por último, a mi entender, de lo mejor de la película: su banda sonora. Es que no solo la voz de Alex Turner termina siendo perfecta, sino que cada canción está en su lugar correcto dentro del film, de manera que la música, en su armonía y letra, acompaña a la película de manera increíble. La banda sonora es una radiografía del film, de modo que analizar la letra de cada canción, en su respectivo orden, es como volver a ver la película.
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