Verano azul (Serie de TV)

Es curioso que con las series antiguas, me suele pasar que cuando veo las reposiciones después de muchos años, me dan la sensación de que han perdido calidad, y algunas me sorprendo a mí mismo opinando que son una "cutrez". Pero he visto Verano Azul recientemente y lejos de disgustarme, me ha gustado igual o más que cuando la vi cuando era pequeño (tenía la edad de Tito y Piraña cuando la vi en 1981). A parte de parecerme una serie divertida, creo que cada capítulo enseña unos valores que me parecen fundamentales en la educación de los niños (y en muchas ocasiones de los mayores), todo ello al estilo de los que vivimos los años 80, que nos recuerda cómo hablábamos, cómo vestíamos, cómo hacíamos pandilla y las cosas que hacíamos para divertirnos.
En cuanto a la interpretación de los actores, esta se centra en la naturalidad, dando imagen de cotidianeidad, por lo que parece que estamos viendo la vida real (de entonces) desde nuestras butacas. Otras interpretaciones dejan un poco que desear, como es el caso de algunos personajes secundarios, pero nada que ensombrezca demasiado el contenido total de la serie.
En resumen, me gustaría que mis hijos crecieran viendo esta serie como lo hice yo, y eso creo que lo dice todo.

Indudablemente marcó una época y media españa lloró y disfrutó con ella. Ha sido repuesta infinidad de veces, y a pesar que el paso del tiempo le pudo, jamás podré dejar de reconocer lo bien hecha que estuvo y lo que disfruté esos asaderos de sardinas en la cubierta del barco o esas excursiones de bicicletas. Miguel A. Valero (Piraña) es profesor y padre de familia hoy día, José Luis Fernández (Pancho) lucha contra las adicciones. Tras la serie, Pancho probó suerte con la música, pero el dúo Pancho y Javi no triunfó. Tuvo problemas con las drogas y estuvo internado en varios centros. Ahora, con 42 años, está bastante desmejorado y, sin trabajo, vive con sus padres en Madrid. Cristina, la tímida Desi, tiene 41 años, es auxiliar de clínica, está divorciada y es madre de una hija de 17. Más extrovertida que su personaje, afirma que “estaría encantada de volver a hacer la serie”. Sin embargo, su hermana Pilar, que interpretaba a la deseada Bea, no quiere saber nada del mundo de la interpretación. La joven, que trabaja de enfermera en el mismo hospital que su hermana, quedó escarmentada de los medios tras vivir un romance con un cámara durante el rodaje en Nerja. Juanjo Artero
Ha triunfado como actor. Con 41 años, Juanjo ha vuelto a alcanzar el éxito con su personaje de Charlie en El Comisario, pero reconoce: “Sigo siendo Javi de ‘Verano azul’, pero con 40 años.” Aparte de su faceta televisiva, también se dedica al teatro, donde se ha decidido a montar su propia compañía. Además, está felizmente casado y tiene un niño y una niña. María Garralón
pasó la televisión al teatro. Miguel Joven (Tito) es recepcionista en un hotel de Nerja. Gerardo Garrido (Quique), estudió biología y tuvo una cadena de zapaterías,en la actualidad es fotógrafo. Antonio Ferrandis (Chanquete), ya no está con nosostros, pero sí en nuestro recuerdo.

Verano Azul es una serie mágica, mítica a la que el paso del tiempo no le ha afectado demasiado. Una fotografía de una época y un país. Representa no solo el paso de la niñez a la edad adulta, sino también la transición de una dictadura a la democracia. Tratando temas tabú en aquella época como la sexualidad, el divorcio o el aborto (veáse el episodio titulado "Eva") y otros temas imperecederos como el amor o la amistad. Será difícil superarla ahora que se pretende rodar una segunda parte ya que este país y la sociedad en general han cambiado mucho. Comprendo que haya gente a la que le resulte empalagosa pero para mí tiene algo especial. Los niños eran niños con las preguntas típicas de su edad, jugaban en la calle, en pandilla, no existía Internet ni los teléfonos móviles... por eso digo que Verano Azul 2 difícilmente será lo mismo, será un verano mucho más pijo.

Como ya se ha comentado anteriormente, es difícil ser objetiva, cuando Verano Azul es una de las series más recordadas de tu infancia. Pero se hará un esfuerzo y dejando nostalgias aparte, intento verla de nuevo después de muchos años desde su última reposición (mediados de los 90).
Sí evidentemente se le nota cada vez más el paso del tiempo y más teniendo en cuenta que es una serie de comienzos de los 80. Su estética, ropa, la manera de expresarse los personajes en algunos diálogos. Pero por otro lado observo que Verano Azul tiene componentes que actualmente escasean y le dan un plus: secuencias más largas, la importancia que se le da a los diálogos y sobre todo que los personajes tienen entidad propia, no siendo meros estereotipos a los que nos tienen acostumbrados cuando nos muestran niños y adolescentes. Antonio Mercero intenta acercarnos a ellos con cariño y respeto, para contarnos de una manera más directa lo que piensan y sienten, consiguiendo que este sea el principal logro de la serie.
Puede que en algunos momentos nos pueda parecer sensiblera o que contiene cierta moralina (a través de los personajes de Chanquete y Julia que parecen un poco los guías espirituales del grupo). Pero también trata con acierto temas atemporales como es la amistad, el primer amor de adolescencia, la brecha generacional entre padres e hijos, etc.
El mejor test de vigencia es que la serie siga gustando e interesando a las nuevas generaciones y es que aunque hablamos de T.V., en este medio también se han hecho excelentes trabajos, siendo Verano Azul una clara muestra de ello.

El otoño no llega de sopetón, en el útlimo episodio.

En el antepenúltimo episodio, ya empiezan las lluvias. Las tardes ya no son eternas. Los padres hacen las maletas. Uno de estos últimos episodios, creo recordar, se desarrolla en una casa encantada, una historia nocturna, en aquel tiempo Halloween no era ni conocido, pero el tono no era estival. Hablo desde las sensaciones que recuerdo.

En fin, un acierto que el verano se fundiera en un ¨fade out¨ lento pero inevitable. En definitiva, darle tiempo a la nostalgia para que fuera cuajando.