Haz click aquí para copiar la URL

Sin señas particulares

Drama Magdalena no ha sabido nada de su hijo en meses, desde que se fue de su pueblo para cruzar la frontera de los Estados Unidos. Las autoridades quieren que firme su certificado de muerte, pero el encuentro con unos padres que perdieron a su hijo hace que se dé cuenta de que no puede seguir viviendo sin saber cuál ha sido su suerte. Comienza así su particular odisea a través de México, pasando por zonas repletas de violencia y desolación, ... [+]
<< 1 2
Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
1 de mayo de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin señas particulares es una película verdaderamente fantástica, impresionante en su fotografía, guion y montaje, en ella se incrusta de manera extra diegética su simbología que recuerda a "Ven y Mira" de Elen Klimov, pues esta cinta toma prestada algunos elementos como el sonido ambiental, el silencio, la figura interminable del acosador que es una fuerza superior al mundo que rodea a los protagonistas etc.

Además crea la película su propia semiótica anti nacionalista a través de su relato devastador, nos muestra en su duración todos los aspectos característicos de como funciona México, es decir, la estación de camiones representa a las oficinas del gobierno (especialmente a las de la PGR), el personaje de Mercedes es el mexicano de a pie que sin respuestas busca y busca adentro de la basura que es el país, los amigos de Mercedes son la representación de los padres mexicanos y de su nula responsabilidad por las costumbres machistas mexicanas, la dentista es un personaje que representa a los periodistas, que sin poder hacer nada comunica la verdad a quienes puede y finalmente el diablo junto con el pueblo fantasma que representa el infierno que es México.

Dentro de estas señalaciones también es destacable que la película hace del recorrido por nuestra protagonista un símil con el viaje de Dante por el infierno en "La Divina Comedia".

Sin señas particulares es una película que es importante ver, para los mexicanos nos sirve para quitarnos de encima el "orgullo mexicano", todos los falsos nacionalismos y discursos patrioteros, solo se evidencia que el verdadero enemigo es el Estado. Para los extranjeros, muestra como en México la magia se relaciona con como la vida de la población no es mas que una ruleta rusa, pues si así lo quieren los poderosos, un día te desapareces y nadie mas sabrá de ti por el resto de la existencia.
Danny Lyndon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de mayo de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin señas particulares (2020) es una extraordinaria película mexicana dirigida por Fernanda Valadez y realizada íntegramente por mujeres. Cuenta la odisea de una madre que busca a su hijo desaparecido en la frontera. Recibió premios en una decena de festivales como San Sebastián o Sundance.

Por Nicolás Bianchi

En Sin señas particulares la crueldad está en la historia, o sea en el contenido de la narración, pero no en el relato ya que está contada desde un punto de vista humanista, con un estilo visual destacado y por momento hasta con ternura, la poca que es posible dentro de un mundo de horror. Todos los aspectos formales del film son valorables y, en tiempos de luchas por la igualdad, se trata de una obra íntegramente realizada por mujeres.

La directora Valadez coescribió el guión junto con Astrid Rondero. Ellas dos junto con Susan Korda realizaron la edición. La dirección de fotografía, que permite planos brillantes del México rural, es de Claudia Becerril Bulos. La dirección de arte de Dalia Reyes y la música de Clarice Jansen. Cuatro de las cinco firmas que producen la película también son de mujeres.

‘Se fueron dos semanas después pero ya pasaron dos meses’, le dice Magdalena (Mercedes Hernández en un vibrante trabajo de actuación) a la policía cuando reporta que su hijo, que iba rumbo a Arizona, está desaparecido. Sin mayor contención ni ayuda de parte de las autoridades la madre inicia una odisea para intentar averiguar algo del paradero del muchacho.

De a poco la mujer se adentra en un infierno que tiene lugar en la frontera. En una dependencia burocrática le muestran fotos de un bolso que fue encontrado en una fosa común, donde también hallaron al amigo que acompañaba a su hijo. Si Magdalena firma un papel que le ofrecen, y que no puede leer porque no sabe, se declarará a su hijo por muerto. Pero sin la certeza del cuerpo la mujer se aferra a algún consejo de otra madre y a alguna tenue esperanza. Así es como comienza a seguir una pista improbable que la llevará a descender en un mundo de terror.

Valadez cuenta el horror a partir de las expresiones de Magdalena y de otros personajes que no siempre aparecen en cámara aunque se escuchan sus voces. Repiten frases como ‘no hablo con desconocidos’, ‘eso aquí no se puede preguntar en voz alta’ y demás variantes de lo mismo. En esa porción rural del país reinan el miedo y el terror. En sentido inverso al de la protagonista viaja Miguel (David Illescas), que luego de ser deportado de Estados Unidos intenta volver a rencontrarse con su madre. Ambos personajes, distintos pero con mucho que los une, comenzarán a caminar juntos, con la siempre presente amenaza de los hombres encapuchados y armados hasta los dientes que patrullan las carreteras mexicanas.

Las razones políticas o sociales de tal estado de situación son obviadas por Valadez que se centra en el aspecto humano y sentimental del trajín que atraviesan los personajes. En cualquier caso ni Magadalena ni Diego pueden combatir ese mal sino que necesitan cumplir con sus misiones personales más pequeñas, o sea encontrar al ser querido que les falta. Lo duro del relato es cortado por una serie de tomas en los que se resalta el paisaje bucólico del interior mexicano. Es un alivio en medio de tanta opresión y sufrimiento, y también una prueba de que se puede estilizar una historia cruel sin alivianarla.

La película está elaborada, desde el plano visual, al detalle. Las imágenes comunican tanto o más que los diálogos. En su búsqueda heroica Magdalena agota todas las posibilidades. Se cruza, en esas praderas casi deshabitadas, con un chamán que sobrevivió al horror, quien interpreta que solo fuerzas del mal que no son de este mundo pueden ser la causa de tanto dolor. Quizás no haya una explicación mejor. En la frontera ronda el diablo.
El Golo Cine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de agosto de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
En México llevan ya muchos años "malos para la lírica". Y para otras muchas cosas, sobre todo su pueblo. El adjetivo de "lindo" que suele acompañar al país ha sido sustituido por el de "violento". El resultado como en otras partes del mundo es un flujo migratorio hacia el prepotente vecino del Norte que les espera con los brazos cerrados y muros levantados a todo aquel que no tenga la vida resuelta, motivo por el cual precisamente migran, en busca de una oportunidad para poder vivir con dignidad. Y en este engañoso y tortuoso camino hacia la vida les esperan agazapados otros compatriotas que han optado por el otro camino, el de la muerte, la violencia, el robo..., para resolver la suya.

Y sin embargo el cine mexicano está más vivo que nunca dando fe artística de lo que pasa, denunciando con imágenes el sufrimiento de sus gentes. Fernanda Valadez (Guanajuato / 1981) en su madurez consigue sacar adelante con ayuda internacional un excelente guion escrito a dos manos junto a otra cineasta mexicana Astrid Rondero. Un debut más que notable que hace de la necesidad (escaso presupuesto) virtud y mima los encuadres, busca la belleza y el drama en lo más sencillo, esculpe los rostros, difumina los entornos, raciona la música y la palabra en busca de lo esencial, concede tiempos a la imagen, mantiene el suspense y acaba por sorprendernos tanto o más de lo que lo venía haciendo durante el metraje. CINE.

cineziete.wordpress.com
ELZIETE
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de septiembre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
«Sin señas particulares» es un thriller dirigido por Fernanda Valadez, la que bajo una perspectiva discreta, pero contundente, demuestra un complicado panorama en cuestiones de seguridad latente y sin miras a solucionarlo por el enquistamiento del crimen en zonas lejanas y sin resonancia mediática.

Protagonizada por Mercedes Hernández y secundada por David Illescas, el también road-movie nos introduce en una historia angustiante sobre la ubicación de gente desaparecida. Sin mencionar las razones y dado el contexto en el norte de México, el espectador local dilucida casi de inmediato los lamentables sucesos que tienen al país en una categoría de alta peligrosidad.

El ritmo de la narrativa —aunque pausado— resulta un ejercicio fílmico destacado por la interpretación de su actriz principal, quien transmite esa angustia suficiente que envuelve a los espectadores hasta un clímax acojonante.

Un filme mesurado sobre brutalidad.
Coleccionista Visual
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de agosto de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los dramas de la Historia de la Humanidad siempre ha sido el conflicto fronterizo. Las barreras y los muros que separan países han consistido en temas controvertidos que, innecesariamente, han ocasionado horror y violencia. Este drama es el que Fernanda Valadez retrata en su notable ópera prima. La mexicana convierte su cortometraje 400 maletas en un largometraje de 99 minutos en el que ahonda todavía más que en el corto en el conflicto fronterizo de Mexico-Estados Unidos. Sin embargo, no le interesan los intereses geopolíticos que puedan haber detrás sino el drama y el horror que su existencia crean. Así, Valadez construye una historia demoledora sobre la desesperación de una madre, Magdalena, por encontrar a su hijo. Paralelamente, explica la historia de Miguel, un chico deportado directamente de Estados Unidos el cual regresa a casa sin encontrar a su madre. Las dos muy bien interpretadas por Mercedes Hernández y David Illescas, respectivamente.

Ambas historias están tratadas con sumo cuidado y detalle, siendo la de Magdalena la protagonista. Además, ambas tratan el dichosos conflicto fronterizo de dos maneras diferentes pero que, en realidad, las dos se reducen al mismo sufrimiento: la pérdida. No obstante, se trata de una pérdida no confirmada, es decir, nada los certifica que el hijo y la madre hayan fallecido, con lo cual, todavía es más doloroso porque dentro del sentimiento de pérdida existe un rayo de esperanza. Una esperanza que te come por dentro pero que, de alguna modo, te ayuda a seguir buscando y a no tirar la toalla. Por eso, un final fácil sería el que las autoridades quieren conseguir: dar por muerto al ser querido. Aquí es donde Valadez también incide, denunciando al sistema, entre otras posibles lecturas.

Al final, la película acaba siendo el viaje, por un lado, de esta madre en busca de su hijo desde Guanajuato hasta el norte de México. Y, por otro, el chico que regresa de Estados Unidos para volver a asentarse a su país natal y camina hasta su casa o chabola. Se debe remarcar aquí que ambas historias están acompañadas o, más bien dicho, enmarcadas por una fotografía excelente. Sin duda, el film regala unos planos para enmarcar que acaban redondeando el excelente trabajo de la directora, la cual sabe tensionar al espectador y mantener su atención en todo el relato.

Lo bueno: como logra pasar del drama social al thriller con tensión e intriga para mantenerte pegado a la butaca.
Lo malo: el tono fantástico y místico del epílogo.

Nota: 8,5/10

Más reseñas en CINEZIN.COM.
Cinezin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow