Pinky
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Drama
Una mujer negra de piel clara se hace pasar por blanca, pero, cuando regresa a su casa natal en Mississippi, no le será fácil ocultar su verdadera raza y tendrá que enfrentarse a una ciudad llena de fanatismo, prejuicios y racismo. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peliculón, con todas las letras de la dorada era de los cuarenta.
La nieta de una trabajadora negra, procedente de una antigua plantación, ahora liberada interpretada por la temperamental Ethel Waters (como Dicey Johnson) llamada Pinky, en el norte, conocida como Patricia, por su piel blanca como la leche a pesar de su verdadera raza vuelve a casa tras terminar sus estudios de enfermería.
Ensordecedora pasión racial y coyuntura de la vida acerca de las grandes decisiones a tomar, esta película pone en la tesitura de Pinky una herencia dejada por la a primera vista cruel Miss Em, una solterona dueña de la casona donde vivían los antiguos señores dueños de la plantación que tras cuidarla se la deja a Pinky, lo que llevará a un juicio.
Si bien en esta producción se aprecia ecos de "Matar a un ruiseñor", con el juicio, el dinero, las acusaciones y todo cuanto tenga que ver con la raza y más bien con la verdad que le interesa a cada uno, dejando de lado una humanidad que sin embargo anida en el sufrimiento común a todas las clases bajas, pone en tela de juicio la hipocresía y la falsedad de una sociedad que ha cambiado poco y está muy bien retratada. Jeanne Crain, con una rígida pero convincente interpretación.
La nieta de una trabajadora negra, procedente de una antigua plantación, ahora liberada interpretada por la temperamental Ethel Waters (como Dicey Johnson) llamada Pinky, en el norte, conocida como Patricia, por su piel blanca como la leche a pesar de su verdadera raza vuelve a casa tras terminar sus estudios de enfermería.
Ensordecedora pasión racial y coyuntura de la vida acerca de las grandes decisiones a tomar, esta película pone en la tesitura de Pinky una herencia dejada por la a primera vista cruel Miss Em, una solterona dueña de la casona donde vivían los antiguos señores dueños de la plantación que tras cuidarla se la deja a Pinky, lo que llevará a un juicio.
Si bien en esta producción se aprecia ecos de "Matar a un ruiseñor", con el juicio, el dinero, las acusaciones y todo cuanto tenga que ver con la raza y más bien con la verdad que le interesa a cada uno, dejando de lado una humanidad que sin embargo anida en el sufrimiento común a todas las clases bajas, pone en tela de juicio la hipocresía y la falsedad de una sociedad que ha cambiado poco y está muy bien retratada. Jeanne Crain, con una rígida pero convincente interpretación.
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