Paranoid Park

Entramos en la atromentada vida de un adolescente tras un accidente involuntario que le lleva a los caminos de la amargura. Elementos en común con sus anteriores películas, solo con quince minutos de visionado ya te das cuenta de que se trata de una película de Gus Van Sant. Sin embargo, y a riesgo de ser lapidado por otros que sepan mas de cine que yo, diré que Paranoid Park es mejor que Elephant. Mas que nada porque en este caso SÍ que es necesario emplear tiempo para contar la historia, que nos introduzcamos en ella, no hay elementos prescindibles y no podría ser contada en diez minutos.
Su principal virtud es que el director logra la empatía del espectador con el protagonista, y nos hace reflexionar al convetirnos en cómplices pasivos. Su principal inconveniente, como siempre, los elementos típicos de las películas de Van Sant que pueden aburrir a los que nos estén familiarizados con este tipo de cine, dando lugar a mas de un bostezo, y convirtiéndola en una película no adecuada para todo tipo de públicos.

Nadie duda de que Gus Van Sant ha hecho películas interesantes pero bajo el prisma de independencia y profundidad de los temas tratados, se esconde, al menos, en esta película, una falta de valores cinematográficos clarísimos.
No solamente por el tratamiento superficial del mundo de los skaters sino, y sobre todo, por una simplificación del mundo interior de Alex. Bajo un halo de cerrazón frente a la sociedad, de interiorización del acontecimietno que se detalla en la trama, se esconde una vaciedad de contenido personal y sentimental de este adolescente perdido, o eso creemos, dentro de su mundo adolescente del instituto. Hasta el punto de que, en algunos momentos, de la película, parece que Álex está soñando lo que realmente ha ocurrido.
Floja presentación de un tema de arrepentiemiento y remordimiento, Van Sant desaprovecha una ocasión única para meterse en la piel de este adolescente que no tiene muy claro para donde tirar después de una de tantas noches de juerga que acaba con su vida adolescente.

Después de "Elephant" y "Gerry" dos de los ejercicios audiovisuales más extravagantes, originales, artísticos, extremos y novedosos de las últimas décadas Gus Van Sant realiza "Paranoid Park" una de las más inifinitamente prodigiosas nuevas formas de realizar cine que traspasa las fronteras de lo convencional.

Narrativa puesta al servicio de los medios técnicos, medios técnicos puesto al servicio de una mente capaz de darles una vuelta de tuerca para transformarlos en narración.

Pocos directores combinan de forma tan sutil y magistral ambos apartados. Van Sant hace lo que David lynch lleva intentando toda la vida.

El purismo cinematográfico es peligroso, sobre todo cuando quieres que tu película sea aceptada por las masas. Sin embargo eso a Van Sant le da lo mismo por eso traspasa las fronteras de lo convencional y se desprende de todo atisbo de simplicidad y costumbrismo cinematográfico.

Eso es lo que hace que realice auténcticas piezas de arte, arte moderno, arte creativo, donde la narración es moldeada por todos y cada uno de los elementos técnicos y artísticos posibles, guión, iluminación, montaje, trabajo de cámara, música y banda sonora etc...

"Gerry", "Elephant", "Paranoid Park" la trilogía del silencio. Que puede contar y transmitir más que cualquier palabra que pronuncies.