Transformers: El último caballero

Esta peli es de esas que me hacen pensar que hay que dejar morir una saga. Y mira que intentan utilizar recursos atractivos (Una vez más) como mezclar la historia de nuestra especie con eventos Transformers y todas estas cosas. Convirtiéndola, en algunos puntos, es una especie de peli de aventuras estilo "La búsqueda".
Pero nada es suficiente cuando vas avanzando la trama sin ton ni son con la sensación de no tener ni idea de hacía dónde estás avanzando.

El personaje de Optimus Prime, que era de los más atractivos, no se sabe que han hecho con él aquí. Meten secundarios como Anthony Hopkins a no hacer nada y que toman decisiones sin ningún atisbo de sentido ni coherencia argumental.
Es cómo si hubieran dicho, vamos a meter un poco de todo y a ver que pasa. Y lo que ha ocurrido es que la peli no tiene pies ni cabeza todo el rato. El guion es inexistente, y eso sería menos problema si, cómo en las anteriores, por lo menos fuese un entretenimiento de primer nivel. Pero no es el caso aquí donde nos encontramos una peli que se siente super alargada y que se hace incluso aburrida en algunos puntos, hecho inadmisible en este tipo de cintas que solo buscan entretener.

Cómo salvable, el dúo Mark Wahlberg & Laura Haddock, que al menos tienen bastante química entre ellos y dejan algún buen momento cómico. Y lo de siempre en esta saga, la dirección y los apartados técnicos están muy bien cuidados y pulidos.

Poco más que decir, caída en picado por parte de una franquicia que, o bien se reinventa, o debería finalizar ya y no seguir dando coletazos a la nada.

Con esta película, el nivel vuelve a subir y nos lleva a relacionar a los Transformers con El Rey Arturo (en su totalidad) y Hitler (aunque, circunstancialmente).

La verdad es que está mejor planteada que la anterior y da un digno cierre a la saga inicial iniciada por Michael Bay.

La aparición de Anthony Howpkins da un tono épico a la entrega.

Por otro lado, hacer que Optimus Prime sufra un cambio interesante (que no voy a spoilear), hace que esta entrega se eleve al nivel de la de "El lado oscuro de la Luna".

Una entrega interesantísima. Las cosas como son.

La película tiene una premisa interesante y prometedora, pero desafortunadamente, la ejecución deja mucho que desear. El guion es confuso y caótico, con varias tramas y subtramas que se entrelazan de manera poco clara. Los personajes carecen de desarrollo y profundidad, lo que dificulta que el espectador se conecte emocionalmente con ellos. Además, el ritmo de la narrativa es desigual, alternando entre momentos de acción intensa y escenas expositivas aburridas.

En cuanto a la dirección, Michael Bay mantiene su estilo característico lleno de explosiones y efectos visuales impresionantes. Sin embargo, esto se vuelve repetitivo y abrumador en varias ocasiones, eclipsando la importancia de una buena historia. La película se centra demasiado en el estilo visual en lugar de brindar una trama sólida y coherente.

El reparto, encabezado por Mark Wahlberg, hace lo mejor que puede con los materiales que les proporcionan. Sin embargo, incluso su talento no puede salvar la falta de dirección y estructura en la película. Los personajes secundarios, en su mayoría, carecen de carisma y no dejan una impresión duradera en la audiencia.

En cuanto a los efectos especiales, son impresionantes y bien realizados, como era de esperar en una producción de este tamaño y presupuesto. Sin embargo, no son suficientes para compensar las deficiencias en el guion y la falta de desarrollo de los personajes.

En general, "Transformers: El último caballero" es un espectáculo visualmente impresionante, pero carece de una historia sólida y personajes interesantes.

Sonaría contradictorio decir que Michael Bay tiro millones de dólares a la basura porque seguramente el tipo se llevara (de nuevo) una autentica fortuna en taquilla con esta película; pero lo cierto es que la película es mala, pero con ganas. Más de dos horas de tortura en una sala de cine viendo a un montón de muñecos digitales contando chistes malísimos y además súmenle a Mark Wahlberg haciendo la misma cara de todas sus películas.

Escenas de acción mal rodadas, argumento terriblemente rebuscado, actuaciones deprimentes (Hopkins sé ve que ve que paso solo por el cheque) en fin, 149 minutos de mi vida totalmente desperdiciados.

Si no eres un niño de 10 años que se deslumbra solo con oír la palabra transformer no la veas.

Quedas advertido.

¡Por Dios! ¿Qué es esto? No entiendo como siguen haciendo este tipo de películas.
Ni los niños en su afán de ver a sus juguetes en acción, con hambre de aventura. Ni los adultos que terminan mareados con tanto movimiento de cámara y explosiones por doquier.
Lo unico que rescato es su 3D, que fue lo mejor trabajado de este film y su desenlace que rescata algo de todo un gran desastre en cantidades alarmantes.
¡De verdad...espero que sea la última!