We Ride: The Story Of Snowboard

A grandes rasgos, así como ocurriera con el surf o el skate, el snowboard tuvo -y tiene- unas fases evolutivas bastante identificables: nacimiento de una idea, experimentación con distintos materiales y técnicas, introducción del deporte en círculos de jóvenes "rebeldes" más o menos cerrados mientras continua desarrollándose el soporte, y estandarización de las tablas y expansión al 'mainstream'.
El snowboard, como el más joven de los tres deportes citados, bebe de las técnicas y trucos del surf y el skate. Nace, en parte, como un "surf para la temporada de invierno", algo parecido al "surf de asfalto" con que se definió en repetidas ocasiones a los skateboards más primerizos. Sin embargo, como ya sucediera con el skate unas décadas antes, la "disciplina" pronto se emancipa y encuentra su propia vía de progreso, su propia estética y conjunto de normas generalmente tácitas. Así, mientras algunos de los primeros trucos surgen en tanto "imitación de", pronto los snowboarders comienzan a autoconcebirse positivamente, es decir, de forma independiente, y se inaugura pues el flujo de retroalimentación hacia surf y skate que configura la red técnica entre los tres deportes existente a día de hoy. Cada uno de los tres "board-sports" (indiscutiblemente los más populares en la actualidad) se ha asentado ya y ha construido una lógica autónoma en torno a sí mismo, una lógica que, no obstante su independencia, no repulsa la inspiración proveniente de cualquiera de los mundos ligados a los otros dos deportes de tabla. Se trata de un fenómeno de inter-influencia probablemente inimaginable unos años atrás, algo que obviamente se vería muy dificultado sin el surgimiento de internet y las redes sociales, y que se refleja en la abundante existencia de "riders" de dos o incluso los tres deportes cuando las condiciones geográficas lo permiten.
<<We Ride: The Story Of Snowboard>> realiza un gran repaso (obviando, cómo no, los sesgos de patrocinio que hace Burn, la productora del documental) de la que sigue siendo una práctica joven pero trepidante que avanza a una velocidad de vértigo. En él se observa desde los precarios inicios con aquellas tablas con cuerda hasta los grandes hitos e innovadores que hicieron crecer el snowboard hasta lo que es hoy -y lo que será mañana-. Un filme desde luego imprescindible para quien quiera adquirir una perspectiva histórica general del acto, hoy tan intrascendente, que supone ponerse de pie sobre una tabla en la nieve.