Nunca te alejes de mí

En grande, oiga, me lo he pasado en grande con esta magnífica película de James V. Kern, en cuyo guion participa el extraordinario I.A.L. Diamond. Se trata de una comedia de corte navideño (o casi) en la que la niña protagonista tiene como único deseo lograr unir de nuevo a sus padres a pesar de que estos llevan cinco meses separados. Sí, hay niña, matrimonio roto y nieve. Hasta aquí, muy típico, tópico y navideño. Pero... ¡ay, amigo!, en cuanto Flynn se pone el traje de Santa Claus se acabó lo convencional y lo previsible. Y la juerga, el dislate y la travesura camparán a sus anchas durante una buena parte de la película.
En tan divertido juego de idas y venidas, la guapísima Eleanor Parker (¡cómo le sienta el blanco y negro!) representa un papel primordial; sabe dotar a su personaje de encanto, ingenuidad, dulzura y simpatía. Fundamental y necesario para el perfecto desarrollo de la trama es la absoluta credibilidad que desprende Patti Brady interpretando a la niña protagonista. S.Z. Sakall, como Luigi, está absolutamente magistral como socio torpe de los devaneos de Flynn. Tampoco desentona en absoluto Lucile Watson como la resentida madre de Parker.
En definitiva, el vividor Flynn ha sido irreverente con Santa Claus. Tal vez éste no nos deje nada en el calcetín, pero Kern nos ha regalado un buen puñado de carcajadas. No está pero que nada mal.

Una excelente comedia romántica familiar y sí, sí, navideña ( yo sí la incluiría en ese grupo) que nos va a proporcionar una inesperada alegría a los aficionados a ellas.
Con la oportunidad, además, de contar con un Errol Flynn alejado de sus característicos papeles de aventurero, que esta vez se nos pone al servicio de la más pura comedia y que nos hace preguntarnos cómo es que no se aventuró más veces en ella.
Porque, ¿ alguien duda de que el protagonista de " Robin de los bosques" o " Gentleman Jim" no estuviera preparado para encarar este tipo de papeles?. Yo no, desde luego. Para mí, a este tipo, le sobra naturalidad para empresas semejantes. Su simpatía desbordante, unido a su fresco y caballeresco descaro, es todo lo que precisa aquí para salir airoso del reto.
Flynn y Parker llevan un año divorciados y son padres de una niña ( Patti Brady), de la que se hacen cargo en régimen de custodia compartida. La chiquilla no ha perdido la esperanza de que sus padres vuelvan a unirse ni tampoco sus progenitores, los cuales, forman la pareja de divorciados más enamorada que pueda darse.
Flynn hará todo lo posible por recuperar a la más renuente y escaldada Parker, pero no lo tendrá nada fácil. Los malentendidos, los devaneos, los enredos, la suegra y los rivales en el amor de su ex esposa, conspirarán en su contra para impedir convencerla de que es una buena idea el retorno de su marido al hogar familiar.
La película comienza dulce, sosegada y, quizá, un poco pastelosa en la presentación de los personajes y el conflicto. No se dejen engañar. Como el tren que parte de la estación, la cinta va cogiendo velocidad y ritmo y a medida que el vagón se va llenando con la compañía de los diferentes secundarios ( todos ellos de gran nivel), el viaje se va tornando en más y más divertido, con situaciones cada vez más estrambóticas y diálogos más chispeantes.
No puedo, por último, dejar de mencionar las numerosas referencias y homenajes a películas que va a hacer nuestras delicias, incluida una imitación-cameo que, a mí particularmente, me ha hecho llorar de la risa.