La dama de la frontera

Ciertamente sale guapa Lorena Dumont (De Carlo) en la cinta. También están bien los secundarios que interpretan al juez (que pasa las páginas de los libros de leyes mojando el dedo en Whisky), Big Ben el herrero y el pianista del saloon. Y yo creo que aquí se acaban las cosas potables que pueden decirse de la película.
El resto está formado por un guión inexistente, un pistolero sobrado de testosterona que liga con la guapa entre beso y bofetada ("Lorena, me gusta domar potros pero no casarme con ellos"), los malos que ni siquiera sabemos por qué lo son y, ya al final, una niña repipi de seis años a punto de caer al río desde un tronco en una escena que parece de dibujos animados. Claro que en algunos momentos el western se inclina hacia el musical y en otros hacia la comedieta. Elija usted al final lo que prefiera.

Western de serie B que al comienzo parece será poquita cosa (grande nunca lo llega a ser), pero que poco a poco, a pesar de ser estrafalaria en más de un sentido, se hace más y más entretenida.
Y ello sucede por mor de la aparición en liza del personaje de la niña. Con ella están las mejores escenas, haciéndose entretenida y simpática.
Bellas localizaciones e Yvonne de Carlo, como siempre bellísima a la par que canta de maravilla.
Se pasa un rato ameno.

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Rod Cameron va de negro y va de hombre duro. Me da que su nombre verdadero no es Rod Cameron. Yvonne De Carlo no se parece en nada a la Yvonne De Carlo de El abrazo de la muerte. Claro que La dama de la frontera no se parece a El abrazo de la muerte, más bien se parece a los westerns que hacía Boettticher y tenían mucho éxito entre el público infantil y senil. No presté mucho interés entre los roces entre los protas y les deseé mucho éxito en su luna de miel. El mismo interés presté que si viera una para gente infantil y senil de Boetticher.