Asesinato a bordo

La intrépida Miss Marple se une a la tripulación del "Battledore", un barco de su propiedad, para intentar esclarecer el posible asesinato de uno de los accionistas. Al parecer había descubierto algunas irregularidades en las cuentas del "Battledore".
La más floja, sin duda, de las cuatro adaptaciones de Agatha Christie que realizara George Pollock teniendo como protagonista a Margaret Rutherford en el papel de Miss Marple. Es la más parecida a una mala película hecha para la T.V. de los 60 (movimientos de cámara incluidos) con bajo presupuesto. Las localizaciones son casi de risa, el guión horrible y el suspense, inherente a las novelas de la escritora británica, brilla por su ausencia. Le falta "alma" a la película. Bueno, en realidad, le falta de todo. Pollock no saca partido de Margaret Rutherford y la película queda salvada por la comicidad de un magnífico y desconocido para mí Lionel Jeffries y la de el fiel Stringle, sobre todo, en las escenas que éste comparte con el vagabundo del muelle.

257/08(12/10/10) Entretenida cuarta y última entrega de las aventuras de Margaret Rutherford dando vida a la heroína de la tercera edad creada por Agatha Christie Miss Marple, dirigidas todas ellas por George Pollock. Es una simpática cinta, una comedia de misterio, que tiene poco interés en lo del misterio, y mucho de humor, aquí es donde el relato gana al público, con unos actores con una vis cómica notable, Rutherford se mueve en este terreno de maravilla, con su complemento habitual en las cuatro entregas Stringer Davis (su esposo en la vida real), su ayudante en las andanzas detectivescas y en este film les acompaña un Lionel Jeffries dando vida a un capitán de navío que no soporta la presencia de la Marple, pero que estoicamente es amable con ella. Tiene escenas divertidas que te hacen muy llevadera una película que pasa de mero pasatiempo, donde su argumento es un obstáculo insalvable para elevarse, es muy débil, con muchos agujeros, se desarrolla de un modo trivial, tanto que nos da igual quien es el culpable, además de que los personajes resultan demasiado superficiales. Reseñable es su pegadiza y bonita banda sonora de Ron Goodwin que te sumerge en un ambiente desenfadado y risueño. Como curiosidad dejar patente que soy el primero que deja su opinión sobre esta cinta. Recomendable a los que gusten del género sin más. Fuerza honor!!!

De las obras que forman el ciclo sobre Miss Marple con Margaret Rutherford y dirigidas por George Pollock, ésta es quizá la más divertida: a destacar la escena en la que al inspector Craddock le tiran una piedra desde fuera, o bien el momento en el que Miss Marple se revela como un buen espadachín femenino. Posiblemente esto se deba a la presencia destacada en el reparto de Lionel Jeffries, un gran actor de comedia. Por otro lado, en este film se dan datos acerca de la más o menos ilustre familia de los Marple, y Miss Marple se viste, cómo no, a tono con el ambiente marinero de la historia.

Véase mi crítica sobre "El tren de las 4:50", donde me centro en las características generales de esta saga sobre el personaje de Agatha Christie.

Película entretenida y desenfadada, con una sobresaliente Margaret Rutherford en el papel de Miss Marple; patina, empero, en su uso del suspense. La música, que recuerda a algunas partituras de Henri Mancini o Burt Bacharach, otorga un plus de diversión a la cinta, que resulta ser, en definitiva, una comedia ligera y agradable. Recomiendo abordarla sin prejuicios, pues seguramente decepcionará a quienes esperen ver un ortodoxo thriller de Agatha Christie.

Situar a la frágil protagonista de A. Christie frente a situaciones de hondo calado policial es un recurso que no sólo funciona bien como texto escrito sino que, trasladado a la pantalla, también se convierte en factor de éxito.
Si se sabe hacer bien.
De nuevo G. Pollock coloca su punto de mira en una aventura de la inefable Marple para que M. Ruthenford lo dramatice de manera excelente.
Tensión, intensidad narrativa y una buena dosis de cine negro jalonan el metraje a pesar de que este episodio ofrece numerosas concesiones a lo lúdico y al sentido del humor.