¡Aquí están los Aguilares!

Especie de musical mexicano con nada menos que diez canciones, en el que los charros Toño y Luis Aguilar, con el mismo nombre de sus protagonistas, se pasan la vida conduciendo ganado, armando gresca y conquistando mujeres. "Cuando mi cuaco relincha, no hay yegua que guarde cincha". En fin, "Charros buenos pero atrabancados", con la pistolera a la altura del ombligo al estilo mexicano.
Naturalmente, precisan sendas damas para completar las inevitables dobles parejas. Se trata de Rosario (Castilla) y Anita (Gallardo), guapas y ricas, como no podía ser menos.
Como entre canción y canción tiene que haber algo de trama, por allí anda un par de melones que no hacen otra cosa que recibir palos. ¡Qué otra cosa puede pasar entre un buen charro y un mal cuatrero!
La nota humorística la pone un par de bromistas, de lo mejor de las interpretaciones.
Argumento pueril que se mueve a impulsos de un guion insulso y una dirección preocupada porque que se luzca el cuarteto protagonista y por la música.
Lo mejor sin duda los toques etnográficos de la procesión de indígenas con sus bailes y canciones religiosas, o la fiesta charra en honor de la Virgen de San Juan de los Lagos al estilo de los rodeos clásicos de sus vecinos del norte.
Recomendable para amantes del folclore mexicano. El resto puede prescindir de corridos y de serenatas.