Barcelona, la rosa de foc

Manuel Huerga dirige este documental que nos muestra la ciudad de Barcelona en todo su esplendor. Rodado en 3D con un falso plano secuencia, las escenas se enlazan con los movimientos de la cámara y unas transiciones totalmente fluidas.

El recorrido por la ciudad no sigue ningún orden, ni geográfico ni temático, simplemente nos lleva por los barrios, las plazas, las iglesias, los bares más emblemáticos de la ciudad condal. Además, la cámara recoge una visita a Mercabarna, la noche de San Juan, las fiestas de Gracia, una noche en la sala Apolo, la manifestación del 11 de septiembre, y mucho más.

También nos habla de varios habitantes de la ciudad, desde una chica que fue de Erasmus y se quedó en Barcelona hasta un skater que sobrevive como puede en el mercado laboral. Estos retazos de la vida de estas personas hacen que la película sea más cercana, y no una simple sucesión de imágenes con un narrador hablando de arquitectura e historia.

Y ese es uno de los puntos fuertes de la cinta, sus narradores. Dependiendo del idioma en que la veamos, contaremos con la voz de Joan Manuel Serrat (castellano), Pep Guardiola (catalán), Woody Allen (inglés), Daniel Brühl (alemán), Rinko Kikuchi (japonés), Benedetta Tagliabue (italiano), Olga Kurylenko (ruso) y Éric Abidal (francés).

La película es una delicia visual para los habitantes de la ciudad, que podrán observarla desde otra perspectiva, y para los visitantes habituales, que descubrirán un nuevo sitio para su próxima visita.

https://concdecultura.com/2019/04/24/bcn-film-fest-barcelona-la-rosa-de-fuego/

es impresionante cómo muestran cada detalle de la ciudad (mi ciudad).
El montaje de vídeo me parece impresionante técnicamente. Fusión esporádica entre 3D (creo) e imagen real para empalmar secuencias y oye, no se puede pedir más!

Pero la música lo estropea todo. Y el tono de voz, al menos la versión en catalán de Pep Guardiola, suena triste. Cuando no debería.
A ver si la escucho en castellano en voz de J.M. Serrat que seguro aporta poesía a todo esto.

Tristeza. La música evoca tristeza. Todo, todo, tonos menores, tristes. Un niño en el Aquarium (nuestro acuario enorme) señalando un animal marino a su madre y no hay música potente, un sólo ruido/acorde triste de fondo que evoca tristeza.
BCN es alegría pura y dura, frenesí, movimiento, es flow, es jazz, es groove... pero el músico de la peli ha querido imprimir tanta, pero tanta solemnidad impostada! que ha dado con todo al traste. Ha matado la energía de esta ciudad grandiosa, efervescente.
Que trabajen los del vídeo, que yo luego se lo mato todo con mi tono triste porque hoy me he levantado mal, parece.
Cambia la música y tendrás un nuevo film.

No reconozco mi BCN con semejante música triste-super-solemne para llorar.

Si el músico está triste y eso le empaña la visión no de BCN, sino de una ciudad, una cualquiera, con todo su RITMO... que deje el oficio por un rato.
Pero no me estropee mi BCN en este fenomenal trabajo de vídeo y guión.

Ves la peli, la escuchas mejor dicho, y parece que haya caído una bomba nuclear sobre BCN y en 10 o 100 años hablen de su pasado con nostalgia, de eso que fue y nunca jamás volverá a ser.

No me roben mi ciudad con esta música triste.

Solemne es la gente de BCN en su día a día, no traten de serlo más que ellos con esa música y ese tono cuasi anunciando un suicidio.

Si acaso, digo, aparquen ese oficio de la música y busquen trabajo raso en El Born o La Boquería. Igual eso los despierta de semejante soplapollez 'solemne' y tocan de pies en el suelo. Cortar un pescao como quiere una clienta es solemne, no llenar de acordes menores (tristes) la banda sonora de una peli cuya intención parecía ser engrandecer el espíritu, la energía, el ímpetu, el trabajo, de esa gente que construye, construimos, una ciudad poco a poco, cada día, cada día. Esta gran ciudad.
Apague esa música y vea lo que somos en realidad. Hay quien no sabe verlo.

Barcelona es la ciudad perfecta, después de ver este reportaje/película no os quedará duda. El único problema es que si alguno conoce un poco sobre esta ciudad o vive aqui, pues como que no cuela.

Imágenes retocadisimas, no hay guiris, no hay gente con malas pintas, ni pobres, ni tráfico, ni basura en las calles. Literalmente borrado todo. Ah, y cero masificación. Un remanso de paz. Vamos, todo lo contrario a la realidad.

Además todos los catalanes son indepes, se manifiestan contra todas las injusticias y están súper orgullosos de su lengua, claro está que hablamos solo de la catalana, la otra no existe.

Una pena, la idea es buena, pero le ha salido un panfleto de cabo a rabo.