The Kentucky Fried Movie (Made in USA)

Para los seguidores de Donald Sutherland que busquen ver esta película para deleitarse con su interpretación, les informo que su participación en el metraje es menor a la del chico de los cafés, haciendo un ridículo cameo de duración inferior a 10 segundos.
Por lo demás, si merece ser vista es por constituir una unión unica en el entretenimiento cutre americano, entre John Landis (Cuantas tardes de siesta perdidas por sus películas) y los ZAZ (Trío de guionistas responsable de una filmografía respetable, en lo de humor estúpido se refiere).
Para resumir su historia de manera leve, es una sucesión de historias y sketches cómicos en formato de programa televisivo, igual poseedora de partes de total olvido y a la par de otras de pequeña genialidad.
En lo de destacar especialmente la historia parodia de “Operación Dragón”, por lo que se puede salvar en su mayoría y su skete final del film, que plagiarian descaradamente martes y trece en una escena del “El robobo de la jojoya”.
Para mi pasa el aprobado, y aunque no recomiendo verla de manera entusiasta, me gustaría reivindicarla como película de culto, del genero “cuesta reconocer que me haya gustado”.

Estamos ante una película tan desconocida como buena que representa el humor Zucker+Abrahams al máximo esplendor bajo la dirección de un John Landis inspirado. No nos engañemos, probablemente si la misma película saliera en el año en el que estamos nos parecería una bazofia increíble, o mejor dicho, le parecería a medio mundo precisamente eso, porque yo sigo disfrutando con esta clase de películas como el que más (a pesar de haber visto tremendos bodrios en el género). Sin embargo, por estar en el año en el que está no parece que el público la vea con tan malos ojos.

La película tiene todos los elementos para los amantes del género, con un humor muy directo y también visual con el que más de uno podría identificarse. No es mejor que el resto de películas de los genios algo incomprendidos Zucker y Abrahams, pero su estructura, su forma de varios sketches como si estuvieramos haciendo un zapping por canales de humor, la hace que sea todavía más dinámica.

Porque la película no es más que un conjunto de cortometrajes sin más, y una película central que por desgracia es lo más flojo de todo. Es precisamente por ello por lo que la película no es tan remarcablemente buena a pesar de que tenía todas las papeletas. Ese mediometraje le hace más mal que bien, a pesar de que también luce gracioso en el cómputo general. Lo que pasa es que comparativamente con los demás pierde considerablemente.

Y por si no hubieran suficientes ingredientes la presencia en escenas de los propios Zucker y del propio Abrahams se convierte en un aliciente difícil de obviar para los admiradores de estos creadores del humor absurdo. Y es que tengo la sensación de que si a todos los humanos nos borraran la mente de una y nos plantaran en el mismo mundo donde vivimos, no me extrañaría que estas películas fueran consideradas mucho mejor de lo que realmente son, ya que en la actualidad todo el mundo las ve así de malas por casi decreto.

La película son 26 sketches, que incluyen un programa matutino, varios anuncios, un film de karatekas de 31 minutos, un programa de juicios, varios tráilers de películas, una sesión de cine con Feel-A-Round y una pareja que se lo monta ante la televisión. La calidad es muy irregular, con momentos que no hacen gracia, y otros tan tontorrones que te ríes a carcajadas.

Para mí, los mejores son los tráilers de películas, que son tan demenciales que te desternillas. En "Catholic High School Girls in Trouble" ("Chicas de un instituto católico en problemas") parodian el cine erótico; en "That's Armageddon" ("¡Es el Armagedón!"), el cine de catástrofes con un reparto estelar; y en "Cleopatra Schwartz", el blaxploitation con una actriz calcada a Pam Grier.

La película de karatekas, "A Fistful of Yen" ("Un puñado de yenes"), que casi se lleva la mitad del metraje, es desigual. Pero sí que tiene gracia que acabe siendo una versión de "El mago de Oz", o cosas tan tontas como la primera toma de contacto con la rehén que tiene que liberar el héroe (le guiña los ojos de la forma menos disimulada posible, y acaba escribiéndole un mensaje en un cartel), o los micrófonos "escondidos" en la habitación del protagonista (acaban apareciendo, estando malamente escondidos, un hombre con un micro direccional y otro escuchando en un cuarto adyacente).

El programa matutino no está mal, y el programa de juicios tiene momentos muy graciosos porque te esperas algo serio en un juicio... y no hacen más que hacer tonterías de forma seria.

Los anuncios son más flojos, y no tienen ni mucho menos la gracia de los tráilers. Para mí los mejores son los del juego de mesa y la ama de casa preocupada por los olores de su vivienda. Al sketch final, el del presentador que ve cómo se lo monta una pareja frente al televisor, le pasa lo mismo que al del los que están aprendiendo el maravilloso mundo del sexo, que es demasiado largo.

El del programa de aventuras, con un micro que se cuela en plano, es bastante flojo. Y el peor de todos es el del cine, que es uno de los más largos, y tiene poca gracia.

www.elrincondecarlosdelrio.com

"The Kentucky Fried Movie", editada en DVD en España con el título de "Made in U.S.A.", es un largometraje sin más unidad que la de ser una serie de "sketches", gags, o números cómicos, unos más largos, otros más cortos, unos más afortunados, y otros menos. La idea de crear una película así remite a la televisión y al lenguaje televisivo, más fragmentario que el cinematográfico, y lo que se hace es parodiar, desde un humor absurdo, películas, anuncios publicitarios, como si el espectador estuviera viendo la televisión en una sala de cine. El film cumple así con una clara función de vivero de ideas, de cara a futuros trabajos cómicos y paródicos. Los seguidores de "Aterriza como puedas" (Airplane!, 1980), dirigida por Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker (aquí guionistas), verán en este film que me ocupa ahora un claro antecedente, y en el que ya hay, por cierto, una parodia del cine de catástrofes de esos años.

La participación de actores conocidos como Bill Bixby o Donald Sutherland (en este caso, en una aparición tan corta como ridícula) da un poco de prestigio a este largometraje, decepcionante en el sentido de que la libertad que daba la sucesión de gags visuales no da lugar a un humor tan brillante, ni tan divertido, como se podía esperar.

Pues eso, estos son los comienzos de ZAZ.

No es un peliculón,pero ya se adivinan incipientes las claves de su humor, que luego el trío desarrollaría plenamente en obras maestras como "Aterriza como puedas", "Top Secret" o "Agárralo como puedas".. El malogrado Stephen Stucker aparece como estenógrafo en la escena del juzgado. Ah, y salen bastantes tetas, lo cual siempre es de agradecer.