Limosneros con garrote

La década 1960-1970 fue, en gran parte, la Era de Oro de la comedia mexicana. Era tanta la acogida, que se hacían películas de este género por montones. Con decir que, Germán Valdés “Tin-Tan”, apareció en esos años en ¡27 películas!; Adalberto Martínez “Resortes”, protagonizó 13; Antonio Espino “Clavillazo”, estuvo en 11 comedias, Mario Moreno, “Cantinflas” tuvo crédito en 10… y, Viruta y Capulina, igualaron el récord de “Tin-Tan”, protagonizando 27 películas, pero, solo rodaron hasta 1967, porque en esa fecha se produciría su rompimiento como pareja. ¿Se imaginan cuántos filmes habrían hecho en los tres años restantes de haber seguido juntos? Empero, en esos tres años, Gaspar Henaine, “Capulina”, hizo 5 películas en solitario.

Sumando los demás actores que también hicieron comedias como: Manuel “Loco” Valdés, Eulalio González “Piporro” y muchos otros, sin lugar a dudas, los más queridos por los niños fueron, Viruta y Capulina, quienes hacían un humor blanco y fácil de digerir que también atraía a gente de todas las edades.

<<LIMOSNEROS CON GARROTE>>, puede ubicarse entre los aciertos que tuvo esta encantadora pareja, pues, cuenta con una serie de divertidas situaciones que, aún hoy, siguen motivando unas buenas carcajadas. Se trata aquí de un dúo de cantantes (Viruta y Capulina) que tiene montado su espectáculo en un terreno que, por no pago de impuestos va a ser embargado. Esto los deja en la calle, pero, no sólo a ellos sino también a Amparo (Kippy Casado), la vedette de perfectas piernas con las que cautivaba al público más exigente. En busca de empleo y de alimento, los músicos en paro encuentran, de pronto, una canasta abandonada a la entrada de una casona y creyendo que contiene comida, se la llevan... pero, el contenido es una niña, con la que viene adjunta una nota en la que la madre pide que la adopten y la cuiden.

El par de desempleados termina encariñado con la bebé, a la que llaman Pepita, y lo que sigue será buscar empleo para poder mantenerla y mantenerse... pero su falta de tino, talento y otras cosas, hará que… bueno, esto sí hay que verlo, porque les servirá de consuelo a aquellos que se sienten tontos y perezosos, y también a aquellos que creen que las desgracias duran para siempre. Pero, si se actúa con un buen propósito en mente, después de un tiempo de merecidas dificultades, ¡un buen golpe de suerte puede venir como salvación!

Sin duda, el hilo argumental fue tomado de, “The Kid” (Charles Chaplin, 1921), pero los guionistas, Pedro de Urdimalas y Roberto Gómez Bolaños, hacen sus propios aportes para que las situaciones se desarrollen de nuevas maneras. Al director, Jaime Salvador, toca abonarle una efectiva composición de escenas y de gags en gran parte de la película, con lo cual impone un toque personal, muy mejicano, que la aleja de lo que hizo, Chaplin. Los 99 minutos resultan, en gran parte, muy divertidos… y hasta los números musicales fueron cuidadosamente seleccionados con canciones muy simpáticas a cargo del dúo protagonista, y dos o tres apariciones de la cantante y bailarina, Kippy Casado, que, como ya lo dije, resulta placentero verla.

En fin que, <<LIMOSNEROS CON GARROTE>>, nos asegura un buen entretenimiento… y la secuencia del billete de lotería es ¡para reírse!