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El sucesor

Drama Ellias Barnès, de 30 años, acaba de ser nombrado nuevo director artístico de una famosa casa de moda parisina. Pero cuando las expectativas son altas, empieza a sentir dolores en el pecho. De repente, le reclaman en Montreal para organizar el funeral de su padre, del que está distanciado, y descubre que puede haber heredado algo mucho peor que su débil corazón.
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Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
19 de marzo de 2024
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Sucesor es un ejercicio de pretenciosidad exacerbado. Es una historia muy simple que se podía haber contado en un corto verdaderamente corto, que está alargada y estirada como un chicle de manera injustificada, dándose unos aires de trascendencia de los cuales está muy lejos. Que el personaje principal sea repelente y que su comportamiento carezca de sentido tampoco ayudan con esta película.

Al comienzo, esta película parece cuidar los detalles y trata de imbuir al espectador de toda la atmósfera de la situación. Personalmente yo he sufrido un poco lo que le sucede al protagonista respecto a las diferentes gestiones a hacer al fallecer un familiar: gestiona la herencia, busca en sus pertenencias, coloca la casa, prepara el funeral, etc. La película, al inicio como digo, intenta que el espectador empatice, se sienta identificado con lo que tiene que ir haciendo el protagonista. Pero aquí la película se pasa de frenada cuando varias escenas consisten en gente probando llaves de un llavero para intentar abrir alguna puerta de manera real, es decir, con mucha pérdida de tiempo, y el espectador se sobrepasa y se satura de realidad.

Y es entonces cuando sucede la escena clave de la película y pasan dos cosas, como indico anteriormente: la primera, que el protagonista ya te lo han presentado, y aquí se pone de manifiesto, como un auténtico gilipollas, como un niño grande incapaz de gestionar crisis o una mínima responsabilidad; y la segunda, consecuencia de la primera, que el protagonista toma unas decisiones que no tienen el más mínimo sentido, derivando en una espiral de surrealismo e imbecilidad hasta el desenlace.

Lo interesante de este tipo de películas es que, unas situaciones que se suponen más o menos sencillas se van embarrando por determinadas circunstancias, incluso por el simple azar o suerte, hasta derivar en consecuencias imprevisibles. Pero es que esta película se podría haber resuelto, como indicaré en la zona spoiler, de una manera absurdamente sencilla, y es el protagonista el que parece que decide mandarlo todo al carajo de manera voluntaria.

Por tanto, las situaciones que se van dando carecen de sentido, y además la película sugiere alguna sorpresa o giro de guion que jamás llega, resultando en una trama tirando a simple y superficial.

Por tanto, la película es un ejercicio de rodaje correcto, con actuaciones correctas, buenos emplazamientos, correcto montaje, encuadre, etc. que no encaja con un guion simple y unos personajes tan estúpidos. Es como rodar en IMAX 3D un largometraje de 3 horas que consiste en ver amontonarse el polvo en una estantería.

Conclusión: pérdida absoluta de tiempo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lumbre83es
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11 de octubre de 2023
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraño film francés, no porque no se entienda el argumento, sino por los recovecos y giros del guion que tiene y que, tal y como se nos muestran, podrían no convencer a los espectadores.

Comienza muy bien, con esa presentación de modelos y la película nunca aburre, pero cuando parece que será una cosa, cambia a la contraria o toma caminos que ni sospechábamos.

Esto, de entrada, es positivo, sorprender al respetable siempre es bueno, pero en esa ocasión todo sucede de forma en la que no sabes si es una comedia, un thriller de intriga u otra cosa, tal es la combinación de elementos y hechos que se suceden, a veces de forma gratificante por su dramatismo y suspense, y otras en la que no sabes si es una sátira llena de sarcasmo hacia aspectos modernos sobre lo etéreo y la vacía formalidad en la que el mundo actual está inmerso y donde la fachada es lo importante. Y es que cierto surrealismo parece impregnar el relato.

Buena interpretación de Marc-André Grondin y un final que invita al posterior debate.

A mí no me desagradó, pero todavía no sé de las verdaderas intenciones de sus creadores, si es que tenían alguna definida.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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3 de enero de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las actuaciones en "El Sucesor" brillan con intensidad, siendo el aspecto más destacado de la película. Ellias Barnès, interpretado con maestría por Marc-André Grondin, encarna la complejidad de su personaje, añadiendo capas de emociones a la trama. El elenco se erige como el pilar que sostiene un thriller que, lamentablemente, tropieza en otros aspectos.

Xavier Legrand, a pesar de su intento de crear un thriller oscuro y misterioso, se pierde en una dirección desordenada. La falta de un orden claro y la excesiva alocación de la trama desorienta al espectador, restando efectividad a la historia que podría haber sido mucho más impactante con una dirección más precisa.

El guion, que tiene elementos intrigantes y potenciales giros oscuros, se ve lastrado por la dirección desorganizada. Las expectativas se desvanecen a medida que la trama se desarrolla, diluyendo la intensidad que podría haber elevado a las alturas de un thriller memorable.

A nivel técnico, la película no destaca, optando por una simplicidad que, si bien no es perjudicial, tampoco agrega mucho a la experiencia visual. La cinematografía y la producción son funcionales, pero carecen de la originalidad que podría haber elevado el atractivo visual de la película.

Queda atrapada en las sombras de sus propias decisiones de dirección. A pesar de las actuaciones sólidas, el desorden narrativo y la falta de claridad impiden que la película alcance las alturas del thriller oscuro que podría haber sido. Un recordatorio de cómo una dirección desacertada puede eclipsar incluso las mejores intenciones del guion.
Pablo Veiga
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23 de marzo de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero que hay que decir es que esta es una de esas películas que conviene ver sin saber absolutamente nada de ella. Avisados quedáis. Ni el tráiler debéis ojear si queréis saborear con frescura este este thriller negrísimo y perturbador de Xavier Legrand.

‘El sucesor’ tiene un comienzo visualmente espectacular, adornado con una estupenda pieza musical de SebastiAn (autor de la partitura), que me recuerda un poco a la música de algunos filmes de Hitchcock. Las altivas modelos caminando en esa pasarela en forma de espiral es una metáfora de mucho de lo que vamos a ver. Inmediatamente Legrand comienza su truco de naipes con el espectador, mostrando las bases de lo que parece ser un drama familiar protagonizado por un gran modisto internacional que, tras sufrir un ataque de pánico, se ve obligado a enfrentarse a miedos y ansiedades que le llevan a indagar en el pasado. Y ese parece ser el planteamiento sobre el que se desarrollará el suspense de la película, pero, como buen prestidigitador, el director nos está haciendo creer que la jugada va por un lado, mientras se está guardando un as (más de uno, en realidad) bajo la manga.

Toda la película descansa en la evolución psicológica del protagonista, el modisto Barnés, la nueva revelación de una prestigiosa firma de moda en París. El joven sucesor de los grandes diseñadores que, en su mayor momento de gloria, está a punto de sufrir un shock emocional tan fuerte que le hará enfrentarse a su mayor terror.

No es un guion perfecto y hay algunos detalles, giros, que creo que están pintados con brocha gorda. No deslucen el resultado ni lastran la estupenda media hora final de la película, pero creo que resultan algo burdos, restándole un poco de coherencia a algunos hechos de los que suceden en la parte central de la historia. Aun con esos pequeños borrones, ‘El sucesor’ es una buena película, con un ritmo atinado, que va creciendo con el paso de los minutos y que ofrece momentos de auténtico desasosiego y alguna escena que otra del mejor terror cinematográfico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Manuel Játiva Rosado
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4 de abril de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta la mitad aproximadamente podría tratarse de un telefilm de sobremesa.
Pasamos a la parte oscura y al duelo. Ahí es donde cobra mayor calibre, donde empieza a desplegar su hechura de película.
Es difícil tratar el tema sin mencionar la sorpresa que esconde el cascarón con que se reviste una historia de circunstancias que adopta el papel de juego psicológico.
Debo reconocer que el protagonista, no sé si mal o bien interpretado, me cae decididamente fatal.
Todo el drama parte de un problema de concepto: los hijos son los sucesores emocionales de sus padres y sufren las consecuencias de estos. Yo creo que ahí radica el auténtico pecado original. Y, para mí, es un error.
Lo cierto es que las decisiones, en ocasiones accidentales, que tomamos definen nuestra vida.
¿Qué hubiera pasado si el protagonista, el creador o diseñador o modista de moda, no se hubiera plegado a llevar una botella de vino para agradar a la vecina y al amigo de su padre muerto?
¿Hubiera pasado si hubiera decidido pasar del funeral y encargarlo todo al albacea, inmobiliaria y demás liquidadores de la memoria y bienes de un progenitor ni querido ni llorado?
Pero la vida es así y la historia discurre por esos recovecos insospechados.
A veces la película parece perderse en un guion convencional, otras, dilatarse en el drama impuesto, para, finalmente, meterse en el terreno más oscuro de la psique humana.
La figura del amigo paterno, crucial en la narración, está bien desarrollada, sobre todo por esa blandura acuosa, incómoda, que destila.
Y el final es sutil, pasa como de puntillas en una obra que empieza siendo un drama pasajero, abierto hacia el futuro, y, como su espiral preconiza, acaba cerrándose en sí mismo.
Pero el pasado no vuelve, somos nosotros quienes nos dejamos columpiar por él.
Lis
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