Singham

Demasiado larga. Demasiadas escenas de presentación de personajes y hechos, subtramas sin interés y algunas situaciones demasiado ridículas. El valor de esta película recae en 3 o 4 escenas repletas de acción y humor, bastante espectaculares y bien montadas (siempre dentro del contexto de bollywood y el humor). Muy satisfactorias de ver. El problema es que se encuentran rodeadas de minutos y minutos de “contexto”, supongo que para que las mismas ganen fuerza.

El protagonista es básicamente un superhéroe, y no necesitamos saber más. El malo es un malo, y aunque necesitáramos saber más, no nos lo van a decir. Pero no hace falta, no nos aporta nada ver varias veces lo malo que es. Sobre todo por cómo se desarrolla el final…

Un final flojo, demasiado estirado y con un sabor amargo e insulso. Personalmente, encuentro que anteriormente a la resolución, hay un par de escenas que funcionan mucho mejor como clímax. No por la relevancia de los personajes involucrados (aparte del protagonista), sino por la espectacularidad de las mismas y el sentimiento de goce y disfrute que aportan.

En parte, estas escenas, incluida la presentación de Singham, deben su calidad al tema principal, el único relevante y muy acorde al estilo de la película. Aunque se utilice en cada momento relevante, la mayoría de veces funciona muy bien con las imágenes que acompaña e incrementa el valor de las escenas.

Así pues, esta película contiene suficiente material interesante como para recomendarla (al público que busca lo bueno que ofrece, no a todo el mundo), pero, personalmente, intentaría saltarme casi todo lo relacionado con la subtrama “romántica” y la familia de la chica, prácticamente sin desarrollar, casi sin importancia en el conjunto global y con más fallos que aciertos. Tampoco estaría de más ir saltando las maldades del malo una vez se ha visto su nivel de maldad. Si esas partes se vieran reducidas al mínimo, con un metraje alrededor de la hora y media, el valor del resultado podría llegar al 7/10 fácilmente. Imágenes interesantes, momentos de cámara lenta solo cuando aportan algo, contexto el justo y un puñado de escenas de acción muy loca. Porque, honestamente, lo único interesante de la película es ver a Singham repartiendo o, por lo menos, haciendo que los malotes se orinen en los pantalones ante su poder.