Cielo rojo

La ganadora del Oso de Plata - Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín, cuenta con una capacidad para cambiar de tono que provoca de esos desconciertos que uno, como espectador, aplaude gustoso.

Entre incendios forestales de fondo (algo de lo que el director se sirve para establecer unos delicados simbolismos con lo que les sucede a los personajes), dos amigos van a parar a una casa en el medio del bosque y cerca del mar. Allí, se encuentran con que no serán los únicos que la habiten durante esas vacaciones.

Thomas Schubert compone, de excelente forma, a un joven que intenta (con negatividad y malhumor presentes 24/7) escribir su segunda obra sin que las cosas le salgan como realmente quisiera. Entre su fastidio, sus celos y sus miradas fulminantes a todo lo que lo rodea, un particular sentimiento se va despertando en él.

'Roter Himmel' muta con maestría de la comedia al drama con la misma solidez en cada uno de los géneros. En el medio, coquetea con una tensión sexual tan bien lograda que es difícil perder la concentración.

Con climas que cautivan incluso en los momentos más calmos, con actuaciones que refuerzan cada evento, con sonidos que parecieran querer alertarnos y con un halo magnético del primer al último fotograma, Petzold nos regala una pieza sumamente interesante.

8 Alancitos Escritores Malhumorados sobre 10

Distribuida como Cielo rojo en Argentina y Afire en inglés, este film del alemán Christian Petzold es una obra de alto vuelo. Resulta mucho más trascendente e importante de lo que parece.

Por Nicolás Bianchi

Roter himmel o Afire o Cielo rojo se presenta como una película mucho más humilde de lo que en verdad es. Su dinámica por largos momentos está ligada a la comedia, ya que al protagonista todo parece salirle mal de un modo absurdo y, por lo tanto, gracioso. Pero hay un contexto y un trasfondo que elevan la narración a otro plano, indagando en temas más relevantes que los que se muestran en primer plano (arte, amor y muerte).

El film comienza con dos personajes dentro de un auto. El que maneja le dice al otro, que está algo adormecido, que “algo no está bien”. El problema, en principio, es del vehículo, que los deja a pie en medio de un bosque. Leon (Thomas Schubert) es un escritor somnoliento que va a la casa de veraneo de su amigo, el conductor Felix (Langston Uibel) con el fin de terminar una novela que lo tiene a maltraer.

En esta primera secuencia, Petzold instala la idea de que “algo no está bien” para que perdure durante toda la película. Además, en este momento inicial en el que hay dos jóvenes caminando por un bosque frondoso cargados de equipaje la moneda, en cuanto a la película, está en el aire. Puede ser una comedia, un relato de terror u otra cosa. Roter himmel es todo eso junto y más: es una gran película.

Siguiendo con el tono de género, al llegar a la casa de la familia de Felix los amigos se encuentran con que está habitada por Nadja (Paula Beer, musa también en Undine, película anterior de Petzold), que a su vez sostiene un romance de verano con el bañero Devid (Enno Trebs). Los ruidos de ambos impiden que Leon duerma confortablemente por las noches. En verdad, todo incomoda a Leon, que está preocupado por trabajar mientras todo el mundo a su alrededor está concentrado en otra cosa.

Al mismo tiempo, un incendio forestal avanza en las inmediaciones de la casa, que está a poca distancia de la playa pero dentro de un bosque. Desde un principio, e incluso desde el título de la película, el fuego se anuncia como un factor importante, por más que los personajes no le presten demasiada atención. El eje principal que sigue el film son las desventuras de Leon, que espera la llegada de su editor Helmut (Matthias Brandt) para trabajar y discutir sobre su nueva novela. Leon sabe que hay algo que no cierra con su texto pero se niega a admitirlo.

La incomodidad de su protagonista desde el minuto cero, el incendio que avanza y el halo de misterio que envuelve a Nadja son algunos de los andamiajes de la película. Todo cobra una importancia mayor en una escena en la que los 5 personajes reunidos en una cena, después de varias desventuras, se someten al recitado de una poesía por parte de Nadja. La pieza citada es Der Astra del poeta romántico del siglo XIX William Heine. Sus líneas son de una belleza singular. Allí la película cobra vuelo por completo, enmarca todo lo que había planteado y construye una plataforma sólida para su desenlace.

De repente, la historia que se había centrado en un escritor torpe, algo frustrado e incómodo se vuelve algo más grande e importante. Roter himmel se esconde bajo una apariencia de humildad que esconde la realidad: se trata de una película excelente, compleja en el mejor de los sentidos y llena de detalles y significados que componen una verdadera obra de arte cinematográfico.

Se estrenó en cines. Contacto: [email protected]

*Humos de narcisismo

Quizás en El cielo rojo nos encontremos con uno de los personajes más antipáticos de la historia del cine. Leon, un novelista frustrado, se siente atrapado en la idílica casa de vacaciones que comparte con los demás personajes. Cada gesto proveniente incluso de su amigo Felix, lo vuelve cada vez más irritante. Thomas Schubert personifica de manera excepcional a la figura de escritor del romanticismo, siempre solitario, siempre anhelando algo más.

Nadja (interpretada por Paula Beer, habitual en el cine de Christian Petzold) se convierte en su musa idealizada. Enamorado desde el primer día, decide abrirse a las personas que lo rodean. Tristemente, lo hace con la egoísta intención de llamar la atención de Nadja, siendo su propia felicidad lo único realmente importante y su entorno, aquello que debe proporcionársela.

*Una ambición desmedida

El subtexto de El cielo rojo es claro, la ambición de Leon acabará por destruir su vida. Este narcisismo lo cegará hasta el absurdo de pensar que incluso su editor está en su contra. Su tozudez lo separará de todas aquellas personas que sienten afecto por una persona tan hermética como él. Esto se deja entrever que ni en esta situación tan grave como un incendio, es capaz de aceptar que quizás sus problemas no los más apremiantes. Testigo de ello, son sus escritos embadurnados por una nube de egolatría que le impide ver fallos en ellos.

En El cielo rojo veremos la destrucción de un mundo natural y a la vez mental. Es un llamamiento sobre cuidar nuestras relaciones y abrirnos a nuevas experiencias. Sobre no idealizar a una nuestra persona querida, verla como algo real y no como una imagen recurrente en nuestra cabeza. Su final tan deprimente funciona como una moraleja para los espectadores. Porque la vida no da muchas segundas oportunidades.

*Conclusión

Como una premisa tan simple explore de manera tan encomiable las relaciones humanas, es aquello que hace único a Christian Petzold. La vida está llena de tragedias y simplemente no podemos cerrar nuestro corazón por ello. Así que la próxima vez que te inviten a un helado o a un baño en el mar, quizás debes pensarlo antes de decir que no porque siempre habrá un fuego dispuesto a quemarlo todo.

Escrito por Max Reyes Hutinel

"Afire". Cinta alemana que narra la historia de Leon. Un escritor que para poder terminar su libro viaja junto a su mejor amigo a una cabaña ubicada entre un bosque y la playa. Al llegar a este lugar se dan cuenta que no estaran solos, y deben compartir su estancia con Nadja. Allí, entre el mar, los árboles y la temporada de incendios, trata de terminar su libro.

Tengo sentimientos encontrados con esta cinta, ya que el desarrollo es bastante lento, y pareciera no apuntar a ningún lado. Sin embargo, al acercarse el tramo final, la cinta se abre y presenta un abanico de ideas muy bien planeadas, que logran dar sentido o todo lo que se habla presentado anteriormente.

Creo que desde "Incendies" de Denis Villeneuve, no quedaba tan sensible con un final.

No sabía que necesitaba de un chico que se subiese, en chanclas y bañador, al tejado de una casa que mete agua, porque tiene intención de repararla. Que se pirra por la lasaña. Que da abrazos. Que coloca un plato y cubiertos para quien todavía no ha llegado. Que se queda despierto en la noche porque le gusta oír los gemidos que vienen de la habitación de al lado. Que se interesa por fotografiar el mar, cuando están muy cerca los incendios. Que no ve como una persona puede entrometerse entre otra y el mar, porque frente a él, no estamos hechos de materia.

En un determinado momento Nadja le pregunta a Leon: por qué eres hostil. Lo que se siente como una pregunta imposible. Casi como querer explicar, por qué para algunas personas es tan sencillo sentirse continuo entre los otros, mientras que para otras se siente una imposibilidad.

Situar en el centro de tanto personaje candoroso a un ególatra, podría haber servido de excusa para odiarlo más si cabe todavía. Sin embargo ese candor se contagia, se expande de unos a otros. No se como referirme a ello, pero hay algo que solo es posible que surja como la suma de las partes en un todo, dejando de lado la individualidad y al individuo. No es tan extraño entonces que el que mira al mar, el que saca la foto y el propio mar, no puedan taparse unos a otros, todos están hechos a la imagen de esta suma.