Los invencibles de Némesis (Serie de TV)

Una buena década para las series. Iban al grano. Guiones sencillos y eficaces. También previsibles. Episodios autoconclusivos. Acción y fantasía. Algo de espionaje a lo Bond o a lo "Agente de CIPOL". Un trío de protagonistas, completamente asexuados. Tres agentes de una organización no gubernamental de seguridad -lo mismo que Michael Knight de "El coche fantástico"- adquieren superpoderes -telequinesia y cosas así discretitas- gracias a un enigmático y avanzado pueblo tibetano, muy al estilo de Shangri-La o de Ku'n-Lu'n del personaje Marvel "Puño de Hierro".

Sus misiones serán variopintas, desde enfrentarse a avispados ladrones de oro a proteger a dictadores sudamericanos. Aquí ya vemos esa relatividad en la ética política. No dejan que muera un dictador esperando que vuelva a su país y se haga con el poder, ya que los que hay ahora son peores. No piensan en instaurar una democracia. Otro caso flagrante es en la Antártida, donde detonan un montón de bombas nucleares para destruir una base enemiga, sin preocuparse del medio ambiente.

La serie se ve con gusto, aunque ese regusto juvenil la acerca más a productos como "El Equipo A". Son series entretenidas que disfrutaban mucho más los adolescentes.

Recuerdo de mi niñez y a la vez, un descubrimiento precoz: me encantaba Alexandra Bastedo y si no fuera por mi edad en aquella época (tenía ocho años), juraría que estaba enamorado de ella. Me gustaba mucho la serie, ya que en aquella época leí el libro: El tercer ojo de Lobsang Rampa y lo narrado se parecía mucho a lo que presentaban en el programa ¡Qué días!

Bonita y siempre recordada serie de intriga y ciencia ficción que marcó mi niñez.

A través de personajes con poderes psíquicos y de tramas de espionaje y de corte fantástico, cada capítulo sumergía al espectador en un ambiente de suspense y de emoción.

Con una ambientación funcional, una austera ornamentación, unos efectos especiales muy sencillos y una estética propia de los años 60, se alcanzaban argumentos bien resueltos y llenos de inquietud, en las que el puro divertimento era lo prioritario. Y, en mi opinión, se consiguió.

Una serie entretenida que logró cotas de interés para muchos espectadores infantiles de mi generación. Y con la que siempre estaremos en deuda. Gracias a ella --y a otras como "El túnel del tiempo" ("The Time Tunnel"), "Viaje al fondo del mar" ("Voyage to the Bottom of the Sea"), "Perdidos en el espacio" ("Lost in Space") o "Los invasores" ("The Invaders")-- llegamos a aficionarnos al género de ciencia ficción, en el que tantas glorias literarias o cinematográficas --anteriores o posteriores a esta serie-- pudimos después leer o contemplar.

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