Miguel y William

Gratificante comedia de época, que al parecer está siendo bastante vapuleada. Y aunque creo que le falta bastante para ser una obra mayor (no profundiza en los interesantes temas que plantea) desde luego tampoco estamos ante “Juana loca de vez en cuando”.

Tiene ritmo y fluye siempre de manera agradable de ver (maravilloso vestuario) y de oír (acertada música, buenos diálogos, literarios pero perfectamente inteligibles, y excelentemente dichos por unos actores en estado de gracia)
Ofrece menos romanticismo del que esperaba, pero a cambio tiene más gracia de la que a priori le atribuía.

Son abundantes los guiños cervantinos que contiene, presentes en nombres, objetos y acciones, sin que sea necesario ser un doctor en filología para apreciarlos.

Como ocurría en las dos anteriores comedias de Inés París (“A mi madre le gustan las mujeres” y "Semen"), el arranque tiene una mayor fuerza que el desenlace (un tanto facilón)

El intento de unir en una trama a estos dos grandes literatos contemporáneos del siglo XVI, resulta un tanto desafortunado, con algunos momentos- muy pocos- que invitan a la sonrisa, pero que no logra funcionar ni como comedia, ni como drama teatral.
Aunque los actores son notables, la dirección de actores y un guión con poca credibilidad hunden el barco de Inés París, que ha patinado en su experiencia en solitario, lamentablemente, "Miguel y William" no cuaja en ningún momento y los destellos de aburrimiento terminan por asomar, aunque sea loable el intento de entretener y divertirnos, por desgracia, esto no lo logra más que en muy escasas ocasiones.
En resumen, film fallido y al que quizá peca en sus ambiciosos planteamientos, que de tan ambiciosos terminan por naufragar casi totalmente, pese al buen cuadro de actores y a la ambientación, eso sí a mi juicio muy lograda. Por lo demás mero pasatiempo, esperando que Inés París acierte en su próximo film.

En esta película se pretende hacer una comedia, trayendo de los pelos una relación entre un cansado y melancólico Cervantes y un jovial y seductor Shakespeare. El loable intento de este film es de Inés Paris en su ópera prima en solitario, dirigiendo y escribiendo también un guión poco creíble, adaptación de una historia de Tirso Calero y Miguel Ángel Gómez. Inés París declaro lo siguiente: “En vez de escribir sobre Shakespeare y Cervantes yo iba a hacerlo sobre Miguel y William dos seres humanos con sus debilidades, temores y manías”.

Está bien la música de Stephen Warbeck y es aceptable la fotografía de Néstor Calvo, así como la puesta en escena.

En cuanto al reparto, Elena Anaya está graciosilla y le da picante a su rol de sensual y seductora Leonor; Juan Luis Galiardo, que siempre fue un gran actor, no falla, por más que el mal guión desaproveche su genio en el papel de un Cervantes taciturno. Bien Will Kemp, como un Shakespeare cascabeleante y bullicioso. Y quizá el mejor sea Josep María Pou en el papel de Duque. La Chaplin cumple por los pelos.

Lo que ocurre es que hacer una comedia en la que Cervantes y Shakespeare, los dos grandes genios de la Literatura del Siglo XVI, caminen juntos en la trama, es algo muy arriesgado, complejo y difícil. Y mucho me temo que este film no consigue alcanzar este objetivo ni por asomo. Resulta así, una obra desafortunada, con pocos momentos que invitan a la sonrisa, que no funciona como comedia ni como drama teatral.

Obra fracasada. Quizá su ambicioso planteamiento sea el pecado que acaba por hacer naufragar este proyecto, aunque a decir verdad, tiene buenos actores y una ambientación lograda. Por lo demás mero pasatiempo.

En esta película se montan una fantasía de un encuentro entre dos de los grandes nombres de la literatura, un encuentro que nunca ocurrió, pero que hubiese estado bien.

Lo primero de todo es que se pasan la película hablando en verso, como emulando las obras de Shakespeare, pero con un verso tosco, molesto, mediocre.

Lo segundo es la trama, otra vez intentando copiar alguna de las tramas de enredo propias de los dos autores. No está bien planteada.

El vestuario, me resulta muy difícil de creer un vestuario así en la Castilla de finales del siglo XVI.

Lo peor de una película en la que es todo malo, es el tipo (no puedo llamarle actor) que interpreta a William Shakespeare. Es un auténtico horror. La realidad es que esta película está repleta de actores de demostrado talento, pero aquí da mucha pena verlos. Yo creo que ellos vieron lo mala que era, y si no creen en un proyecto, difícilmente harán un buen trabajo. Pero el que interpreta al dramaturgo inglés es de delito. Espero que se haya buscado otro oficio.

Por no decir el hecho de que el personaje de William llega a España, y dos días después está hablando español. En fin.

Muy mala, pero que muy mala.

Vaya por delante que no me suele gustar el cine español pero en este caso tengo que agradecer a Inés París y a los actores el magnífico rato que me han hecho pasar en el cine.. Los guiños a las obras de Cervantes y de Shakespeare son abundantes y llenos de humor. La actuación de Elena Anaya es de sobresaliente igual que la del resto de actores.. Un gran acierto el personaje del Duque así como el del personaje interpretado por José María Pou. La música es excelente y los diálogos muy ingeniosos. La ambientación de la época está muy bien conseguida, solo se echa en falta un poco más de profundidad psicológica en algunos personajes pero por lo demás, lo dicho un rato muy agradable en el cine.