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Los caifanes

Drama. Comedia Una pareja joven de clase alta se escapa de una fiesta con la intención de tener un escarceo amoroso en un coche abandonado. La llegada del capitán Gato y de sus caifanes cambiará los planes de la pareja para esa noche. Juntos, ricos y pobres, realizarán un pintoresco y "didáctico" viaje nocturno por cabarets, gasolineras, parques, funerarias y fondas de la ciudad de México. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
2 de febrero de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver en 2016 una película que vio la luz hace 50 años, implica el reto de deslindarse de todo lo que hemos visto u oído en ese periodo de tiempo para poderla ponderar sin hacer un excesivo juicio de su abuso de los clichés que la habitan.

El tema de la estructura de clases de la sociedad mexicana es el afluente de donde surgen las más variopintas relaciones entre el antagonismo planteado de ricos vs pobres: los sofisticados cultos y los surrealistas ridículos, la simpatía pasajera y la duda temerosa hacia el otro, el desdén arrogante al populacho y el desprecio a los señoritos que todo tienen, culminando con la corona del pastel: el amor imposible entre quienes vienen de distintos orígenes.

Comenzando con una puesta en escena inteligente, no desprovista de bellos planos en oscuros ambientes con iluminaciones apenas sugerentes, nos sumerge en un periplo nervioso desde el interior de un auto a los exteriores más variopintos y surreales para los que el México moderno es una exquisita maquinaria de producción, decantándose los mismos entre broma y broma de los caifanes en estigmatización grosera y estereotipos telenoveleros.

Película imprescindible, sin embargo, en lo que respecta al cine mexicano para entender el subconsciente que sigue rondando cual fantasma eterno, los filmes más actuales de dicha cinematografía.
Vladimiro Fonseca
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28 de marzo de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre han llamado mi atención los personajes desenfadados, que saben lo que quieren, sin prisas y naturales. A mí ver aquí aparecen de esos que se vuelven entrañables por sus andanzas y peripecias. Una historia sencilla, que se cuenta sola y no necesita pretensiones; diálogos acertados, con ingenio y, en algunos casos, novedosos. Me resultó agradable revisionar esta película de la que guardaba buenos recuerdos, hoy la encontré mejor que antes, quizá por su aire nostálgico o porque no dejo de sentirme, al igual que algunos personajes, fuera del mundo.
Orlak
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14 de octubre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por desgracia ha envejecido muy mal, todo lo atrevida que se supone que es hoy en día resulta insulsa, de hecho en muchos momentos siento que se contiene tal vez para mantener un tono liviano, de comedia.
Igual captura bastante bien la época, el personaje de Álvarez Félix representa la forma en la que se habían criado y educado los jóvenes de la época, donde imperaba la idea el progresar, de hacerse un nombre, el pensar siempre a futuro, mientras que el de Julissa representa a los hippies, que viene a romper todo eso y solo piensan en el aquí y ahora.
El contraste entre esos 2 jóvenes y la pandilla con la que se cruzan, siento que daba para mucho más, en vez de concentrarse en las payasadas podrían haber profundizado ahí, incluso dentro del humor negro, algo de eso lograron en el episodio de el cabaret que para mí es el mejor de todos, se podría decir que va de más a menos, luego de ese los otros repiten más o menos lo mismo una y otra vez, o caen en estupideces como el de la sala velatoria.
Lo mejor: los diálogos y la desfachatez del retrato del cabaret, y que capta las obsesiones de Carlos Fuentes, que siempre trató de describir a México tanto a nivel social, cultural, político y económico.
La breve escena donde muestran la parte más pobre de Ciudad de México, en un tiempo donde los gobiernos de ese país solo mostraban su lado más prospero.
Lo peor: Lo monótona que se torna después del episodio del cabaret, y que resulta mucho más contenida y sobria de lo que quisiera ser.
Manuel
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28 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1967, pleno apogeo de la década maravillosa Juan Ibáñez dirigió la película “Los Caifanes”, en ella una pareja de riquillos elegantes y estirados (más él que ella), Paloma (Julissa) y Jaime (Enrique Álvarez Félix, hijo por cierto de la diva María Félix y buen actor sobre todo de teatro), salen de una elegante fiesta y el destino los une a una pandilla de barriobajeros llamada “Los caifanes”, al principio se asustan pero después, sobre todo ella que tiene alma de hippie, ven que no hay ningún peligro y que la pandilla lo que quiere es compartir con ellos una noche de entretenimiento popular.

La frase: Nos hicieron el favor de traernos….. y nos hacen el favor de dejarnos….

La escena: Despunta el día, en una especie de fonda, con pizzas y rocola, Jaime está furioso porque Paloma baila con “el Estilos” y se lo pasa bien y tras encararse con “el Gato”, éste le dice: “¿de que nos vas a acusar nene de miércoles? ¿de que te molestamos? ¿de que te molesta que la pelona nos pela los dientes? ¿de que no fuimos a la escuela? ¿de que nos la jugamos todos los días? ¿de que cualquiera de nosotros tiene con que quitarte la vieja?.....

El momentazo: Paloma se sube al taxi con el caballito que le ha dejado “el estilos” (Oscar Chavez, mucho más conocido por su trabajo como músico que como actor) y cuando Jaime va a subir ella lo deja afuera, una noche en contacto con el estrato bajo del pueblo la ha hecho romper con su novio.

La actuación El “Gato” (Sergio Jiménez) es quien en todo momento liderea la escena, dentro de los marginados también hay un líder nato.

Escenas surrealistas que a ratos nos recuerdan a Fellini (prostitutas pintarrajeadas), divertidos momentos (se meten a una funeraria y uno se queda encerrado en un ataúd que hay que romper para liberarlo) y muchas escenas más en una alocada pero hasta cierto punto tranquila y relajada noche en la Cd de México.

La película por supuesto trata también el tema de la distancia social entre ricos y pobres (como siempre al hablar de humanismo o de honestidad los ricos son los que salen mal parados) o de la Utopía de enamorar a una rica con un pobre.

La fotografía, guion y dirección son muy buenos, en todo momento hay fluidez y sorpresas y las tomas nocturnas que son la mayoría no resultan sórdidas ni lúgubres sino mágicas, algunas francamente artísticas.

La película logra captar muy bien el lugar (mágico) y la época (psicodélica) y discurre con suavidad aprovechando sitios, tradiciones, usos y costumbres populares, incluso el lenguaje de los Caifanes está muy bien trabajado, al final, el contraste de los dos personajes, ella: abierta, moderna, incluyente, aventurera, inteligente, humana; él: retrógrado, racista, supremacista, deshumanizado y triste, su preparación, su dinero, sus modales, solo lo disminuyen en un mundo mucho más amplio que el de sus estrechas miras.
FILMoFAN
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27 de febrero de 2020
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Esplendida película mexicana que retrata la realidad urbana de finales de los años 60 en la Ciudad de México con un extraordinario lirismo.

El fabuloso retrato de las diferencias entre clases, del machismo y de la noche en la ciudad de México resulta un viaje fascinante y lleno de aventuras. Es notoria y a la postre fundamental para la compresión de la historia y de sus múltiples mensajes, la diferente actitud que muestran Paloma (Julissa) y Jaime (Enrique Álvarez Felix) ante la llegada de los caifanes (capitaneados por "Gato").
Paloma se muestra receptiva en todo momento, confiada, entregada y con ganas de experimentar nuevas situaciones, ya que su vida de burguesa la encorseta y la reprime como mujer. Mientras Jaime muestra una actitud diametralmente opuesta, se siente superior como burgués ante los caifanes y como hombre ante Paloma. Durante toda la noche controla, advierte, juzga, es incapaz de disfrutar, de dejarse llevar. Es el macho humillado, el hombre acomodado. Bajo esa fachada elegante y fina se esconde un animal herido, un salvaje sediento de venganza.

Por su parte "los caifanes" representan la clase baja, los perdedores, los inadaptados y los inhumanos. Pero a medida que va avanzando la historia se nos muestra a unos seres nobles de corazón, que han sufrido las miserias de una vida hueca y desprovista de justicia. Cada capítulo es un descenso al interior de unos personajes que bajo sus respectivas apariencias esconden caracteres muy diferentes de lo que su posición social dicta. Escenas antológicas como la del cabaret con Paloma y las prostitutas o la del borracho vestido de Papá Noel en el comedor muestran un lirismo y realismo realmente sobrecogedores.

Además destacar la constante presencia de una tensión sexual asfixiante en todo momento, con miradas, comentarios y actitudes hacia Paloma, que es representada aquí como un claro objeto sexual. Me encanta el barroquismo Y el patetismo del cabaret, de los rostros siniestros de las prostitutas, abarrotadas de maquillaje cual payasas. Me recuerda al Fellini de Amarcord.

Gato es el líder, Mazacote es el bufón, azteca el risueño y desenfadado y estilos el poeta y seductor. Juntos forman una banda que se dedica vivir aventuras en la noche de la Ciudad de México.

La película aborda las diferencias entre clases y el patriarcado con lirismo y crudeza. Hay incluso momentos de surrealismo en los que se juega con primeros planos rápidos.

Notable película de obligado visionado para entender la realidad urbana de México de finales de los sesenta.
Raul
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