Cómo sobrevivir a una epidemia

A mediados de los 80 saltaron todas las alarmas. Un mal que nadie conocía empezó a diezmar a la población, afectando especialmente a la comunidad homosexual. El virus, conocido como SIDA, pronto quedó asociado a ambientes marginales. Los médicos no tenían respuesta y mucho menos antídoto ante la enfermedad. Y pronto lo que parecía afectar a pocos se extendió a lo largo y ancho del planeta.

Es difícil reproducir la sensación de terror, rabia e incomprensión de millones de homosexuales que tuvieron que hacer frente a la intransigencia dominante. How To Survive a Plague es una crónica de cómo la comunidad de gays y lesbianas se agrupó alrededor de distintas coaliciones para llevar su causa hasta las élites pertinentes y concienciar a toda una nación. Gente anónima que temió por su vida, que vió morir a familiares y amigos. Portavoces que abandonaron sus profesiones para dedicarse en cuerpo y alma a la visualización y concienciación del SIDA. Personas que además de hacer frente a la difícil tarea de salir del armario en los 80 y 90 hicieron de políticos, oradores, químicos y conferenciantes para expandir su mensaje. Con un objetivo: hacer ver a las altas instancias de la recatada Norteamérica que la enfermedad necesitaba ser investigada y controlada desde los distintos centros de salud con medicación eficaz.

El film de David France es un homenaje a todas esas voces que nos han llevado a un presente más abierto donde el SIDA ha dejado de ser el estigma social y la enfermedad a oscuras de entonces. También una demostración en tiempos indignados de que la movilización popular gana a cualquier impedimento gubernamental y de que no existe ninguna minoría irrelevante. Con el SIDA el mundo globalizado despertó, se unió y destapó una realidad antes entre visillos: la causa organizada entorno a la bandera con los colores del arco iris. Ahora How To Survive a Plague recupera las filmaciones de antaño, registra las palabras de quienes vivieron ese momento y nos emociona con una historia humana, el relato de una gran injusticia silenciada. Como documental consigue su objetivo: salimos informados de la sesión. Pero sobretodo conmovidos. Agradeciendo la lucha de sus protagonistas. Y aplaudiendo a David France por filmar uno de los mejores documentales de los últimos años.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
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No es otra película sobre el SIDA sino un magnífico documental sobre el movimiento que se produjo, y que todavía actúa, para luchar contra el Sida y sus enormes consecuencias en muertes humanas. No se dirige a la población en general para que tomen medidas para evitar el contagio, sino que se dirige a las industrias farmacéuticas y a los responsables políticos para que se investigue más y mejor, y que los resultados ya obtenidos puedan aplicarse a toda la población, y en particular a los infectados por el VIH, bajando los precios de los medicamentos y haciéndolos asequibles a toda la población. Es desgarrador ver como gente infectada y casi seguros de no sobrevivir a esa plaga del SIDA se organizan y actúan por conseguir sus objetivos. Me ha llamado la atención la poca solidaridad que había al principio con los enfermos, considerados unos apestados que podían trasmitir sin más la enfermedad. Solo de pasada toca el tema de la iglesia católica y su negativa a que se use el condón como método preventivo. Deja un mal sabor de boca porque vemos que la batalla no está del todo ganada, pero abre puertas a la esperanza viendo como hoy día se puede considerar una enfermedad no necesariamente mortal, como se consideró al principio.

Documental de David France sobre el inicio de la epidemia por personas que han sufrido, que han estado en la lucha con diferentes grupos activistas y en la innovación a la enfermedad del SIDA, contra las farmacéuticas, contra el estado. Con imágenes reales de cada época y entrevista actuales de los protagonistas, aunque a veces su montaje pierda coherencia. El SIDA de ser una sentencia de muerte para quien lo tuviera, a llevar hoy en día una actividad normal en sus vidas. Una historia durísima realizada MAGNIFICAMENTE