Oviedo Express

Oviedo Express es una de las mejores películas de Gonzalo Suárez . Con extraordinaria habilidad, teje un vodevil enloquecido, a medio camino entre los clásicos enredos y el humor absurdo de Ionesco. El resultado es tremendamente divertido. Pero hay mucho más. Los espectadores avezados encuentran en cada una de las secuencias de la película multitud de referencias culturales, desde la obvia de 'La Regenta' a las muy cinéfilas de 'El crepúsculo de los dioses' o al juego teatral que da la vuelta a la tortilla de los 'Seis personajes en busca de autor'. Y hay muchas más. Los actores están sensacionales, empezando por una despiadada Aitana Sánchez Gijón hasta llegar a una desternillante Maribel Verdú. Una de las películas imprescindibles de este año.

Gonzalo Suárez dirige unas de las peores películas españolas que he visto últimamente, pero a diferencia de la multitud de pelis españolas malas, ésto no es vulgar, sino todo lo contrario, erudita, sabia y culta, como realmente debe hacerse un bodrio en condiciones, por lo que la decepción es aún mayor ya que te esperas otra cosa.

La historia va de un grupo de actores que llega a Oviedo a representar "La regenta", y a partir de ahí, entre bostezo y bostezo, y minutos interminables, se van sucediendo una serie de escenas estúpidas y conversaciones patéticas, acompañado de vez en cuando, como no, de sexo gratuito y sin sentido, como es habitual en las películas malas.

Cualquier representación de los niños en el colegio por navidad es menos sobreactuada, dice cosas más interesantes, con mucha más ilusión y encima gratis. Ni que decir cabe que no destaca ningún personaje, ninguno se identifica con su personaje y no trasmiten nada. Especial pena me da por la Verdú que se le ve incómoda haciendo de gilipollas. Menos pena siento por Carmelo Gómez y Jorge Sanz que están más acostumbrados a hacer el payaso.

Suárez hace la película mirándose el ombligo, y luego se quejan de que el cine español está en crisis, y desperdician las subvenciones públicas en basuras de tal calaña, ellos sabrán. No me opongo a que se hagan películas malas subvencionadas, porque la culpa es mía por verla, y sino hay ideas mejores algo habrá que filmar, lo que me parece deleznable es que luego te quieran pedir 6 euros por verlas, cuando no tiene ningún gasto que costear, estando todo financiado por fodos públicos destinados a salvar nuestro querido cine. Eso sí, luego te dejan muy clarito que la piratería es delito, estamos de acuerdo, pero el mismo delito es robarte 6 euros por esto, venga no me jodas. Cine subvencionado de escasa calidad gratis.

Y lo siento por los de Oviedo, seguro que se merecían una peli mejor.

Acabo de acudir al estreno de Oviedo Express y me ha impresionado cómo se puede ser tan genial. Un guión inteligente, lleno de ironía y profundidad. Las interpretaciones impecables. Por fin una película de cine español que sobrevuela la mediocridad reinante.
Aporta novedad, brillantez y clase a nuestro ya rancio cine español. No he visto una interpretación de Airtana S. Gijón como en esta película y el descubrimiento de un nuevo talento como Bárbara Goenaga, la vis cómica de una Maribel Verdú, que parece estar en su mejor momento. No os la perdáis. La recomiendo mucho para los aficionados al buen cine.

A veces disfruto de un cine narrativo, otras cuando veo un gran ejercicio de estilo, pero pocas , muy pocas disfruto del cine como una torsión de mi punto de vista. Este último formato requiere una gran valentía, porque por definición no entra en los cánones de lo aceptado, ni popular.
En sí, hablar de lo "nuevo" no puede ser reconocido, a lo sumo, solo conocido y solo a veces admirado.
Solo he llegado a ver tres películas de este cineasta español, pero en los tres casos he visto un producto valiente e indómito a los formatos que el medio impone, y en este último caso sutil y elegante.
El dialogo teatral puede resultar artificioso, pero permite situaciones y elementos que no serían acompasados en otro formato, si no que se lo digan a un Dalí, o a un Unamuno en sus retóricas geniales.
Diálogos teatrales en una vida cotidiana, que a su vez se teatraliza en una obra. Un drama vital , sazonado con toques de humor y guiños estéticos casi pictóricos.
Me fascina la actuación de una Maribel Verdú madura, carismática, e impactante.
Quizás estaría mas cerca de merecer un ocho que un nueve, pero la valentía es un valor que se agradece por su frescura. Es única, y en mi opinión, GENIAL.

¡Dios mío! Hace tiempo que no veía una película tan, tan, tan mala. Bajo la excusa de una pretendida originalidad, un grupo de personajes absurdos (por no decir estúpidos) se embaucan en una trama insulsa que no se sabe muy bien a dónde va y que termina siendo una de aquellas comedietas españolas de líos de faldas de mediados de los Ochenta disfrazada de cierta pedantería y mucha, mucha, mucha (excesiva) pretenciosidad.
Para olvidar.