Six (Serie de TV)

Miniserie que relata la vida de un grupo de soldados pertenecientes al Grupo 6 de los Navy Seals, que realizan misiones militares por todo el mundo, en principio en la lucha contraterrorista como tapadera, y siempre como apoyo militar a las acciones de espionaje de la CIA y de los grupos de presión estadounidenses, y sobre todos de sus empresas y sus intereses comerciales.

Esta temporada, pues parece que HBO ha renovado la serie, se centra en Walton Goggins, el Jefe del Grupo que sale de él para enrolarse como mercenario privado y es secuestrado por unos peligrosos terroristas junto a una profesora y sus alumnas, algo que vemos en los telediarios con relativa frecuencia desgraciadamente.

Mucha acción en sus misiones militares como no podía ser de otra manera, endiosando a estos supersoldados a los que prácticamente es imposible matar, como buena serie americana, ensalzando su ejército y su bandera, aunque también da cierta profundidad a sus vidas particulares, el tiempo que pasan en casa, con sus problemas, sus sueños, sus familias y la relación de quasi hermandad entre todos ellos.

Para los amantes del cine bélico, de las tácticas de combate en la guerra moderna, de la lucha antiterrorista y que les encante el excesivo ensalzamiento y endiosamiento de todo lo norteamericano hasta la extenuación, con su Dios, su patria y su bandera y su peculiar sentido del honor.

Interesante, 6.

Decepción, esa es la palabra que viene a la cabeza. Sólo se salva Walton Googins, uno de los actores de series más infravalorados, y sin el que ni "The shield" ni "Justified" hubieran sido tan buenas. Aquí es el único actor/personaje que se salva, básicamente porque es el único que está bien escrito y que cobra dimensión propia como "Rip" Taggart, un Navy SEAL que corta las cabelleras de los talibanes muertos. En otro personaje pasado de rosca, de esos que tan bien se le dan al actor.

¿El resto? con decir que no hay guión. Tú ves disparos, tiroteos, explosiones, pero en escenas caóticas y sin sentido. Diálogos muy simples y sin ninguna profundidad, donde vemos a soldados de relax diciendo obscenidades y bravuconadas, porque claro, ya sabemos que los soldados de los Estados Unidos son muy machos. Los malos, pues eso... son muy malos, muy cobardes, usan a sus mujeres para tender trampas, o las usan de escudos humanos, pero menos mal que los heroicos Navy SEAL están allí para salvarlas.

La producción es mala, cutre incluso. Luego están las escenas donde vemos la idílica vida familiar de los soldados, escenas que son de vergüenza ajena, una mujer que vea la serie, diría que directamente son machistas. En resumen, otra basura más en el debe del Canal Historia y de nuevo otro asesoramiento del ex soldado Navy Seal de los Estados Unidos Mitchell Hall, que nos deja todo su tufo a patrioterismo barriobajero, como "Lone Survivor" o "Zero dark thirty"

Es infumable esta producción de Weinstein (el del acoso sexual). Mal realizada, presuntuosa, infantil, sin guión, sin credibilidad, sin sentido. No hay un gramo de inteligencia. Una propaganda del matonismo, del supremacismo gringo.
Un circo de armas, de equipamiento supersofisticado, pasarela de guerreros pertrechados con 20 kilos de cacharrería y protegidos por tierra, web y aire, donde la acción está mal rodada y mal ejecutada, con planos cortos confusos, explosiones gratuitas.
A nivel ideológico es patética. Y de una moralidad para estúpidos. "Somos los buenos y estamos para matar a los malos". Los malos de kalasnikhov y mal encarados caen como moscas con las balas de los guaperas macizos. Los malos son malos porque sí. Y los buenos son buenos por que son .... americanos.
El colmo es que hacen apología del sistema sociopolítico del imperio con un guión tan patético que da pena. Como muestra, uno de los 'héroes' SEAL quiere dejar el Ejército superguay y hacerse mercenario porque su hija entra en período escolar y necesita dinero para pagar la escuela secundaria, que cuesta un riñón.
Para ello va a una empresa de mercenarios donde lo único que pregunta es si tienen un plan de financiación escolar. No pregunta si su actividad o sus misiones son legales, si son peligrosas, si defienden alguna causa "justa". Nada. Si pagan bien para que la niña vaya a una escuela.
Vomitiva. Misógina.

La producción presenta una historia principal de acciones bélicas matizada con otras secundarias y más cotidianas; así las acciones violentas se entremezclan con escenas citadinas en donde -aunque parezcan más normales y humanas- también rezuman violencia (contenida o no), decepciones varias y displacer. No es para menos: los protagonistas son yankies que aunque los guiones los tratan de disfrazar de buenos siempre se les filtra por alguna parte su odio visceral al mundo y a la vida.

Como todas (o casi todas) las producciones bélicas de la industria audiovisual yankie aparecen dos bandos bien diferenciados: los buenos de siempre (los yankies) y el enemigo de turno. Así que en esta serie se la agarraron con unos africanos muy malvados y para hacerlos más malvados hasta los han hecho profesar la regiligión musulmana. ¡Son muy obvios!

Pues bien... hasta aquí supongo ya está claro de que va la cosa: pura propaganda belicista yankie, la promoción de sus ideales que puede resumirse en: "Muerte al otro" y por supuesto también la publicidad de la supremacía bélica de EEUU para que quede bien claro que quien se mete con ellos muere o es invadido, sojuzgado o todo al mismo tiempo.

Como serie bélica y mirada por el espectador de forma acrítica y despojada de toda ideología (cosa algo imposible para personas mayores a 8 años) se puede decir que es BUENA. TIene buenas actuaciones, buena producción y la acción no falta. Pero como producto de la industria cultural es por lo menos perniciosa.

¿Quieres ver acción? pues esta serie te la brindará. Otra cosa buena NO hay.

Desde los tiempos de la gloriosa “Hermanos de sangre”, no veíamos una serie bélica en condiciones, pero aunque parte de la promoción de “Six” prometía que íbamos a ver algo en ese plan, me temo que no es así ni de lejos.
No es para nada una gran superproducción hiperrealista bélica, sino una sucesión de misiones con muy poca enjundia, que lleva a cabo un comando americano alrededor del mundo. Básicamente, se parece vagamente a “Strike back”, pero en vez de dos protagonistas el grupo es de más personas. Lo malo es que la calidad es muy pero que muy inferior a la serie de Sullivan Stapleton.
El problema de base es que aunque nos la vendan como una serie de acción espectacular, no lo es porque está mucho más cerca del tipo de serie procedimental mediocre de las que ponen en la televisión los fines de semana por la tarde que de la que he citado al principio.
A pesar del buen hacer de Walton Goggins como personaje de doble moral un tanto odioso, y de lo relativamente bien hechas que están las brevísimas secuencias de acción, la serie se echa piedras sobre su propio tejado cuando cesan los disparos.
Y es que no hay más que ver (o sufrir) el segundo o el cuarto episodio, en el que la emoción se aparca a un lado para mostrarnos la vida cotidiana y los problemas familiares de estos soldados, más en la línea de la aburridísima “The unit” que de la genial “24” o la mencionada “Strike back”.
No digo que porque haya un enfoque dramático tenga que ser mala, no. De hecho, está bien conocer la vida personal de los protagonistas fuera de la guerra. Pero es que, lamentablemente tal y como la han planteado, esa parte no me parece nada interesante y para lo único que sirve es como mero relleno de tiempo de producción y para romper drásticamente el buen ritmo que podría haber tenido.
Ya que no se centran en el combate durante demasiado tiempo, bien podrían haber hecho más emocionantes los episodios agregando tramas de espionaje o traiciones al estilo de “Homeland” para atraer más la atención y que den ganas de ver el siguiente episodio.
En el tercer episodio, por ejemplo, aunque la historia principal avanza y mejora un poquito, la mayoría del tiempo se lo pasan con “flashbacks” inútiles del pasado del comando. Sigue siendo lenta y nada intensa. No termina de despegar ni de tener la fuerza suficiente como para mantenerme enganchado.
Sinceramente, no me parece nada normal que el ejército estadounidense no ponga un poquito más de empeño en buscar a este rehén, ya que este comando se pasa mucho más tiempo en su casa que combatiendo. Y no logro empatizar con ningún personaje.
Actualmente hay muchísimas series buenas que ver, y cada una requiere dedicación y tiempo por parte del espectador, con lo cual creo que hay que exigirles mucho más de lo que nos ofrece esta cosa.
Parafraseando al doctor Malcolm de “Jurassic park”: ¿Alguna vez se podrá ver guerra en su serie de guerra?
Es muy posible que me haya decepcionado tanto porque esperaba algo radicalmente distinto, pero la verdad es que me da igual. Ni loco pienso ver la ya confirmada segunda temporada.