Lo que pongo como título de mi crítica es probablemente el principal problema que se le haya podido asociar a la película entre sus detractores y sus quejas. Porque me ha parecido una película de acción fantástica, entretenidísima, real y con los pies en la tierra. No incluye ninguna flipada importante, ni ninguna escena de acción tan rimbombante como quizás otros esperaban. Pero lo que sí incluye es una historia tan simple como oscura y unos personajes que realmente se desarrollan y completan su círculo en la pantalla. Todo ello aderezado con las típicas y complacientes exigencias hollywodienses de ser rápidos y dinámicos, presentar gente real y oscura y satisfacer a los fans con giños a anteriores películas y modos tradicionales del agente más famoso del cine.

La cuestión es que, siguiendo principalmente la estela de la igual de magnífica (y más espectacular y rimbombante) "Casino Royale", este Bond es alguien ya maduro física y psicológicamente, adaptado a los tiempos que corren, violento y salvaje, capaz de aprovecharse de las mujeres como en sus tiempos conneryanos (Severine) pero también con una facilidad para que le importen relativamente notable (M)... Y todo ello nos conlleva a que no es que NO sea James Bond, sino que es Bond diferente, herido. Un Bond lejos del glamour y de los chistes brosnianos, por ejemplo. Sus películas ya no acaban tirándose a su ligue, ni sus malos quieren exigencias estratosféricas ni disparatadas. Sus gadgets ya no son los que le salvan la vida, sino que él mismo es su salvavidas... Y su peor enemigo. Y todo ello sale a aflorar en esta película: la menos espectacular de la trilogía, pero la más profunda y dramática. La única película Bond de su especie. La única que ha tenido huevos de hacerlo, y salir airosa (pese a las críticas de algún que otro sector). Y es que a mí me mola mucho el Bond clásico. Pero este Bond arraigado y real es sencillamente irresistible.

Ya volverán esos tiempos locos y repletos de fantasmadas cuando ya nos termine de hartar la realidad. Mientras tanto (y yo creo que aún conforme pase el tiempo), este tipo de anti-Bond tiene su gran gusto. Y creo que el final de la película ya nos deja claro que volverá de algún modo ese esquema clásico de James Bond.

"- ¿Preparado para volver al trabajo?
- Será un placer, M. Será un placer".

La película mejora de forma increíble en su versión extendida. El montaje ahora es fluido y lineal, las tramas están desarrolladas y los personajes son más apreciados dentro de un arco más definido y con el que te identificas. Es una película de estructura realmente épica dentro del cine, desde las concepciones formales (su estilo grandilocuente, la duración, la sobriedad) hasta su propio argumento (bebiendo de las influencias oscuras que caracterizan a DC). Las interpretaciones responden positivamente, aunque desde luego el mejor de todos es un Ben Affleck brillante como el nuevo Caballero Oscuro. Presentando a un Batman viejo, más quemado y disfrutando con hacer daño a sus malhechores víctimas, no sé si es la mejor interpretación del superhéroe hasta la fecha (Christian Bale aún está muy reciente, aunque a él también las películas le acompañaban y era otro tipo de Batman), pero sí es la que más da de hablar por su enfermiza conducta y sus motivaciones (más propias de un villano sucio que de un héroe inspirador). Advertencia: incluso con Marvel subiendo la madurez de sus películas como con "El soldado de invierno" o "Civil War", ésta no es una película para niños. Yo incluso la pondría para adolescentes de 15 o 16 años para arriba. Muy compleja y con temas profundos, puede que no todo el mundo sobreviva a ella.

"El Caballero Oscuro" trasciende su cómic y su género para brillar con luz propia en el cine reciente. Además de ser ahora mismo el esquema de referencia de gran cantidad de películas viendo el aplastante éxito de esta irrepetible película. Lo que parecía otra entrega de héroes palomiteros con algunas pretensiones y predominio de fuesgos artificiales da lugar a un peliculón mayúsculo, capaz de sacar aplausos y mantenernos quietos y en completa tensión a lo largo de sus más de dos horas y cuarto. Todo está sacado partido: la espectacularidad, el guión, los personajes, su personalidad (no son meros conductores de acción, sino que se paran a hablar y a pensar), la realidad hiperreal que refleja.

Todo ello parte del gran trabajo hecho por los guionistas, los actores y el director (capaz de conducir todo eso con maestría e ingenio). Algo más que entretenimiento y ases repartidos, esta película es una gran película y probablemente sea mi favorita. No se la pierdan, por favor. Merece ser vista. Aunque no la consideren obra maestra como yo, les aseguro que de una "buena" o "muy buena" nadie la baja.

Una de esas películas que nunca fueron tan buenas como se esperaba de ellas sino muchísimo mejor. Con cierto aire de Hitchcock, el director Mark Pellington logra una de las mejores películas sobre el terrorismo que jamás se han hecho. Con un ritmo pausado, pero endiablado, nos cuenta una historia que despega de un cordial clima de tranquilidad hasta desembocar en un tour de force que pocas veces he visto en el cine. La música, la fotografía, la dirección, las actuaciones, todo es de primera.
Y sí, tiene uno de los mejores desenlaces que he visto en el cine, pero os aseguro que las dos horas previas a ese final, son de una gradual y excelente tensión en aumento. La recomiendo al 100%.

Esta entrega está a un nivel ciertamente igualado con la primera de la trilogía (la muy buena "Batman Begins"), no obstante muestra cierto sobrecargo en sus tramas pobladísimas y ultra ambiciosas que no terminan de mostrar un aprovechamiento tan correcto como en las anteriores. También su director se enfrentaba a tener que hacer un algo mayor, más épico y más elaborado tras la anterior entrega. Eso también hay que tenerlo en cuenta. Y lo cierto es que pese a sus problemillas, esta película logra ser una muy buena tercera parte (mira que las hay malas de otros grandes directores) y un bien cierre para el personaje.

El entretenimiento es grandilocuente y la grandilocuencia juega a su favor envolviéndonos en una tama que parece algo perdida al inicio, pero que se aclara y remonta en su segunda mitad para dar rienda suelta a sus emociones. Y es que esta "Leyenda Renace" es un viaje de emociones fuertes, más que de ingenio o de inteligencia. Es una buena película de acción y entretenimiento y, por qué no decirlo, muy probablemente la mejor manera de concluir esta franquicia épica que ya había mostrado todas sus cartas con el Joker. Sólo por eso, pese a no ser una brillantez, merece un considerable aplauso.