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Críticas de Cinemaníaco
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Críticas 15
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
8 de mayo de 2023
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Es una pena que la historia a partir de la media hora de metraje se haga innecesariamente compleja y laberíntica. Deshilachada y mal narrada. Justo cuando aparecen los ladrones del tiempo.

Pero es tan hermoso el trabajo de producción: los decorados italianos (ese anfiteatro junto a su calle empedrada y sus comercios italianos de principios del siglo XX , la ciudad futura con rasgos totalitarios, la guarida blanca del Señor Hora)

El trabajo de los artesanos italianos era realmente excelente. Y la fotografía. Y el vestuario. Y los actores...

Me quedo con esa primera hora donde nos muestra un pueblo italiano ya olvidado en el tiempo, me quedo con la escena de los niños y la tempestad, de la manifestación, de la camaradería entre personajes y la riña de bar. Me quedo con cosas sueltas que hace que disfrute con la estética pero que maldiga la mala suerte que tuvieron en no saber rematar este film.
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Cinemaníaco
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9
21 de julio de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy podemos decir que “1492” ha quedado en el olvido, tanto del público como de la crítica. Fracasada en la taquilla y relegada de la parrilla televisiva, son muy pocos los que recuerdan está singular película de “Ridley Scott” a pesar que para muchos, entre los que me incluyo, supone uno de sus cúlmenes como creador cinematográfico.

Esta superproducción europea de cerca de 40 millones de dólares consiguió reunir bajo su manto a un gran número de profesionales con el enorme reto de representar dos mundos: una España en tránsitos de cambio y un continente recién descubierto. Entre medio de estas dos realidades un hombre que a pesar de descubrir un mundo, aún mantiene muchos misterios sobre su vida.

El film se encuentra divido en dos partes perfectamente diferenciadas. El proyecto, viaje, descubrimiento de América y lo que es más sorprendente, una inesperada segunda parte sobre la colonización del continente.

La puesta en escena de Ridley Scott es deslumbrante. Creador de atmósferas nato, no hay que olvidar que estudio arte en su juventud, intenta sorprendernos detrás de la cámara con cada nueva toma en busca del ángulo más sugerente.

Secuencias como la despedida del puerto, el mismo descubrimiento con la “cuenta atrás”, las secuencias bélicas o la estupenda recreación de los primeros pasos de occidente en el nuevo mundo, a través de la llegada de la campana mayor quedan grabadas en la retina durante varios días.

Como viene siendo habitual en la trayectoria de este realizador británico, el apartado técnico es exprimido al máximo bajo sus tenaces manos. La música de Vangelis, que ya trabajó junto a Ridley en “Blade Runner”, de sonidos étnicos y sintetizados consigue mantener un tono de sosiego en el film. El vestuario y los decorados, cuidados hasta el más mínimo detalle, no hacen sino enmarcar a la estrella del film: la fotografía de Adrián Bidley, porque eso no es fotografía señores, eso es pintura en estado puro.

El tándem Scott-Bidley se toma la molestia de hacer de cada fotograma un auténtico cuadro para delicia de nuestros sentidos en tonos dorados y anaranjados de un hiperrealismo difícil de soportar a veces.

“Tal vez la esperanza reside en el viaje. Al principio todo es posible, todo expectativa, todo sueño… Marchena tenía razón Bartolomé. El paraíso y también el infierno pueden ser terrenales y los llevamos con nosotros adonde quiera que vamos”

Todo esto no habría sido nulo sino contáramos con un trabajo actoral más que destacable. Gerard Depardie parece que ha nacido para interpretar el papel, de hecho una de las condiciones del director era que Colón fuera interpretado por el francés. Sigourney Weaver como la Isabel está en su justo punto pero Michael Wincott como el noble castellano Adrián de Mújica es el que llega a sobrepasarlos en algunos momentos.

Incluso tenemos a Fernando Rey como abate Marchena formando parte de una galería de personajes secundarios perfectamente caracterizados.

A nivel histórico podemos dividirlo en dos partes:

En la primera se nos narran los preparativos y desarrollo del viaje. Visitamos el monasterio de la Rábida con sus monjes copistas, pasan ante nuestros ojos la Reina Isabel, en sus palacios granadinos, Santangel y su amor al dinero, los Pinzón, asistimos a un auto de fe y a las tremendas luchas por conseguir el tan ansiado viaje con los “sabios” castellanos en un orden más o menos cronológico. Y ese amor por el oro y la gloria que todos quieren alcanzar y que motiva en el fondo el viaje del descubrimiento.

La segunda parte es una idealización de la colonización americana. Pasamos desde trato vejatorio a los indios y los primeros conflictos entre españoles e indígenas, la construcción de la Isabela o la relación entre los hermanos Colón.

Destaca el personaje de Mújica, reflejo de la vieja Europa, que actúa como contrapunto a un Colón quizás demasiado humanizado que no quiere volver a ver un mundo como el que ha dejado. Los indígenas se representan en una única figura, la del “buen salvaje” que Colón conoció en su primer viaje y que acabará renunciando a su amistad. Por cierto, la secuencia del encuentro de los nativos con el caballo de Mújica es sorprendente en si misma.

Entonces… ¿Por qué este injusto olvido? ¿Por qué este fracaso en taquilla?

El film es lento, pero es algo innato en la historia que cuenta. También podemos achacarle un exceso de metraje hacia el final, la secuencia de la tormenta sobra a todas luces, y la relación entre Colón y Beatriz no tendría que haber pasado de la sala de montaje. Que sea una superproducción europea tampoco ayudó mucho…

Aunque también hay que tener en cuenta que se trata de una historia más que familiar para nosotros, la hemos visto miles de veces. Ya es mucho que mantenga nuestro interés durante dos horas y media porque es en el segundo o el tercer visionado cuando más se disfruta más de ella.
Cinemaníaco
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8
21 de julio de 2021
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“Ju-on: maldición de alguien que muere preso de una ira intensa. Esta queda acumulada donde dicha persona estuvo en vida. Quienes van a parar a ella sufren sus efectos, mueren y se genera una nueva maldición”

El origen del singular trabajo de Shimizu dentro del género de terror nace de esta particular producción televisiva. Nos encontramos aquí con un telefilme que junto al siguiente, que realizará el mismo año, forman parte de unas historias de terror producidas para una compañía de telefonía móvil japonesa. Es el debut de Takashi Shimizu en la dirección. Procedente del mundo del teatro y estudiante de la escuela de cine, sus proyectos inspiraron tan buen rollito entre los productores nipones que no tuvo ni siquiera que acabar sus estudios para ponerse manos a la obra.

La historia es bastante simple: “Un esposo asesina a su mujer y a su hijo por celos. El maestro, extrañado de la ausencia del niño en clase, irá a la casa descubriendo el fantasma de la madre con fatales consecuencias para él. Unos nuevos inquilinos llegan un tiempo después y desaparecen también en extrañas circunstancias. La policía iniciará una investigación”.

La particularidad del film radica más en la peculiar construcción de la película (dividida en episodios desordenados cronológicamente) y en el ambiente de angustia y opresión que el director consigue imprimir más que en la propia historia. Sin duda es un buen ejemplo, no el mejor todo hay que decirlo, de cine de terror japonés en cuanto a la creación de una atmósfera que consiga intrigar al espectador a la vez que espantarlo.

El film está dividido en varios episodios, titulados con los nombres de los protagonistas, interrelacionados entre si y donde poco a poco se van desarrollando los personajes y las situaciones de terror. Podemos decir que cada episodio tiene su propia introducción, desarrollo y clímax mientras nos van dando cada vez mayor información sobre lo que ocurrió en aquella casa.

Esta partición de la historia tendrá su mejor exponente en “La maldición”, donde todos estos elementos llegarán a cuadrar de una forma casi perfecta.

Es cierto que en varios momentos se aprecia que es un telefilm y hay un uso de algunos elementos que rayan lo excesivo en algunas escenas (en especial en el manejo de la tensión ante las apariciones de los espectros ya que llega un momento en que difícilmente se puede lograr un clímax mayor) pero también es verdad que tanto el tratamiento del sonido como el de la fotografía son de una calidad bastante decente.
Es más, en algunas escenas, Shimizu nos deslumbra con haces de luces amarillentas atravesando las habitaciones donde habita el mal en un recurso quizás exagerado pero siempre efectivo. ¿Quién no se queda con la boca abierta cuando el actor de turno abre una persiana y la luz invade la habitación como si de un cuadro de Caravaggio se tratara?

Después de todo “Ju On” es un germen de una gran película de terror, un proyecto prometedor que dará sus frutos en las versiones que hará Shimizu para el cine. Pero como “opera prima” y comprobación de lo que se puede hacer con un presupuesto ajustado y mínimo, atención para los jóvenes realizadores, es un claro ejemplo de dedicación y saber cinematográfico.

A continuación en spoiler os desarrollo los distintos episodios y momentos que más me han impresionado.
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Cinemaníaco
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5
18 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vil seducción es una de esas entrañables españoladas de los años 70 donde se nos muestran para regocijo nuestro las miserias pueblerinas de ese “feliz franquismo”. Por supuesto, todo bajo una perspectiva humorística y con un toque “erótico-festivo” para alegrar un poco al personal del patio de butacas.

Últimamente viendo la programación de ciertas cadenas suelo hacer un barrido por los canales provinciales, piratas o como queráis llamarlos. Cadenas que acaban de nacer y que no tardarán en morir. Por supuesto su programación es nefasta: brujas con acento extranjero, adivinadoras de las que echan polvos de talco para conocer tu pasado, concursos extraños sobre como acaban algunos dificilísimos refranes… a pesar de todo superan en calidad y frescura a mi adorada Antena 3.

Sin embargo suelen programar películas extrañas o documentales singulares del tipo Secretos de la Realeza, el extraño mundo de Kavador o algo parecido. Supongo que las compraran en lotes espectaculares a muy bajo precio, porque la calidad de las cintas en ya no VHS, sino Betta.

Sigamos: en uno de estos canales me encontré esta singular joya. Su historia es ridícula: una actriz en baja forma decide hacer el Don Juan Tenorio en un poblado perdido en el monte, en el ensayo general se fuga ante las continuas desgracias y burradas que los amigables “pastores”, muy cabritos ellos, no tardan en hacerle. Finalmente llega a un pueblo donde es alojada en casa de una viuda con su hijo… La vil “zorrilla” (esta ironía está sólo al alcance de unos pocos al hacer referencia a cierto autor) por supuesto intentará seducir al pobre hombre de campo (Fernando Fernán Gómez en su mejor papel , ironía) que nunca conoció el amor carnal, al menos en un camastro. Al menos eso es lo que dice el cura.

El guión, la puesta en escena, la dirección (inexplicablemente el director tiene una fijación extraña en la creación de primeros planos a través del zoom) son flojetes. A pesar de todo, los diálogos son descojonantes, puro castellano pueblerino. Frases como “Quiero ser un pendón desorejado” o “Te voy a reventar como las cabras”, esta ultima en un contexto “romántico”. Por supuesto Fernando Fernán-Gómez borda su papel, porque patanes como él hay pocos.

Yo me lo pasé pipa, el genero de “paletos con boina” del franquismo a dado grandes obras (“Que gran invento el turismo”) y grandes artistas (Paco Martínez Soria) y esta es de las decentillas. Resumiendo, si algún día pasáis de cadena y os la encontráis no dudéis en darle una oportunidad. Película para pasar el rato y de carácter alimenticio. Humor patrio al fin y al cabo.
Cinemaníaco
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2
25 de abril de 2019
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La película más chunga de Jaimito.

Sin duda extraordinario ejemplo del GORE del humor, en el sentido de la exageración como culmen del artista. El nivel de los chistes es tan chusco, tan incorrectos (chistes sexistas, machistas, sobre violaciones de animales y personas, alcoholicos, disminuidos intelectuales, de mierdas y meados, prostitutas, ect) que el nível es difícil de soperar en cuanto a degradación.

Hoy en día es imposible rodar algo así y estrenarlo a nivel popular. Las redes arderían, no por un día, sino por una semana.

Abstenerse por tanto los que se ofenden facilmente, aunque quizás sea la película que convertiría a todo el que la viera en un ofendidito de manual.
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