Esta película es estúpida, y es exactamente lo que indica su nombre. Entra de lleno en mi lista de "lo confieso, películas malas que me gustan", porque cuando la vi en su día no podía apartar los ojos de la pantalla, absolutamente absorto por las "estupideces" que había. Lo confieso, Tom Arnold sonríe y yo me descojono.

A pesar de los años todavía recuerdo algunas de ellas: Los patines corren más que el coche, Me roban la basura todas las noches, etc... Desde luego, no cabe en ninguna cabeza que este hombre halla dirigido obras como "Un hombre lobo americano en Londres" o "Granujas a todo ritmo" y en el 96 dirija esta fantástica bazofia. Supongo que se equivocó de setas en la cena.

Cuando empecé a ver este film no tenía ni idea de que había sido filmado en 39 días durante 12años y bla, bla, bla. Me senté a ver la película para pasar un buen rato disfrutando de un largometraje con muy buena critica.

Mi más sincera enhorabuena a los que halláis podido tragaros este tostón entero... Yo, a las dos horas decidí desistir, era eso o cortarme las venas. Que bien pensado, hubiera podido usar un cuchillo de plástico y tirarme 12 años en ello. Me filmo y ala, a ganar premios de gafapastas.

Buen despegue. La primera media hora de película despertó mi interés, el accidente aéreo está muy bien montado y me pegó al sofá sin ofrecerme un respiro. Pero a medida que se desarrolla el film sentimos la caída del aparato, literalmente.

Recomiendo tener el móvil a mano o alguna revista para superar la interminable y soporífera hora y media que precede al aterrizaje del film. Sólo la actuación de Denzel Washington hace digestiva la película.

Tras leer en estas páginas que la película había recibido muy buenas críticas e incluso nominaciones, me puse mi traje de gala y cociné mis mejores palomitas para ver una posible obra ingeniosa y original. Desgraciadamente, mis primeras expectativas antes de consultar esta web (parece la típica comedia romántica facilona) se hicieron realidad. Lo único sorprendente de esta película es que halla sido nominada para varios premios de la academia, demostrando una vez más la gran tomadura de pelo que representan las estatuillas doradas.

El carácter de los personajes y su historia es más bien dramática, y la comedia no la encuentro por ninguna parte. Siempre he pensado que, como mínimo, una comedia se aprecia con una gran sonrisa durante todo el film o dos o tres buenas carcajadas. Si no te ríes, o tienes un mal día o la comedia no es lo que dice ser...

No hay ni una sola secuencia donde los actores destaquen por una gran interpretación (esas que te marcan y que recuerdas años después). El guión y la trama empiezan bien y te despiertan algo de interés, pero finalmente resulta tener el típico final pasteloso y completamente predecible.

Me ha entretenido, pero habré mirado el móvil un par de veces, buscando alguna escapatoria. Le doy un cuatro, y voy a dejar de reflexionar sobre ella o seguirá aumentando mi decepción y bajando la nota.

Hay películas que, mientras las disfrutas, la trama te va absorbiendo y despertando tu interés. Como si de un papel de envoltorio se tratase, vamos abriendo el regalo con curiosidad e intriga, sabiendo que en el interior nos encontraremos una gran sorpresa inesperada. Finalmente el presente es un caramelo que nos deja un estupendo sabor de boca.

Así disfruté la película. Con curiosidad al comienzo y gran placer al final. Es cierto que no pasará a la historia como un gran film, pero merece la pena. Como pega, diré que a Hugo Silva no se le entiende una mierda, si me perdonan por la expresión. Mi mujer me tenía que traducir sus diálogos...