Un buen guión escrito a escoplo, una historia de amor, amistad y lealtad a las ideas magnificamente contada por un buen director, una música de un maestro, unos personajes modelados con cincel... en definitiva un western de los buenos.

A ningún director se le puede pedir que todas sus obras se puedan calificar como "obra maestra", y Allen no es una excepción, pero hay que reconocer que, entre tanto bodrio que se estrena cada semana, es una buena noticia la llegada de la "pelicula anual de Woody".

Divertida, inteligente, narrada con buen ritmo, buenos actores, el Woody-actor esperable... en suma, todos los ingredientes para pasar un buen rato, además la sonrisa es un buen tratamiento contra el stress.

Muy recomendable.

Y todo gracias a Polanski... porque en el resto de su filmografía Nicholson hace de Nicholson, excepto quizás en "el nido del cuco".

Polanski narra en imagenes con pulso de gran maestro, un guión complicadamente preciso y precisamente complicado.

Una muy buena pelicula de cine negro al estilo y a la altura de los mejores de ese género tan americano.

Imprescindible, creo yo.