Yo hasta ahora era polanskiano, a partir de ahora sólo lo seré de la parte anterior de su producción. Podría decir que la visión de esta película sólo se sostiene por la interpretación de sus actores, excepción hecha del protagonista. McGregor no se lo cree en ningún momento, tal vez porque le tocó bailar con la más fea. El argumento no es que haga aguas, es que es una bañera. El cinco que le concedo es porque, a pesar de todo, no me aburrió, pero no todo el mundo puede decir lo mismo. Muy buena la recreación que hace Brosnan de Tony Blair. (Por cierto, en estos tiempos casi nadie fuma en pantalla pero, como dice el chiste, con el alcohol parecen un sumidero, será para compensar...).

Magnífica película por lo que transmite de una cultura tan alejada de la nuestra y la delicadeza del relato. Se agradece que durante un rato no nos martiricen con encuadres retorcidos y cámara al hombro, para contarnos una historia interesante y compleja a pesar de su aparente sencillez. Interpretaciones más que correctas en un film cuyo reparto se adivina no profesional en su mayoría.

Terminaré echando de menos a Murnau. Al menos entonces se podía seguir la acción de principio a fin y no tenías que imaginar que dos supercolosos se estaban peleando por los ruidos ensordecedores de la sala, ya que los continuos cambios de enfoque no te permiten distinguir nada concreto. Buenas interpretaciones, sobre todo Jody Foster que parece querer abonarse al club de Meril Streep (soy mayor pero una actriz de cuerpo entero), que habrían merecido mejor empleo. Guión previsible y muy buen retrato de la Cañada Real. Usar y tirar, pero no todos los días se rueda Blade Runner.