Soy un gran amante de las películas de terror, de todas las que no sean gore, no puedo ver heridas ni soporto ese tipo de películas y pienso que tener que recurrir a sangre, heridas, tripas, torturas o cualquier cosas así para hacer terror no tiene mucho sentido.
Bien, esta película ha hecho que por primera vez me de miedo quedarme sólo en mi casa después de verla... y el día siguiente también. Es sencillamente espectacular, es de agradecer que un gran director como James Wan se dedique a hacer estas espléndidas películas de terror, se ha ganado el título del maestro del terror con estas dos "Expediente Warren". Ya la primera me fascinó, y esta todavía me ha gustado más. Cada plano, cada movimiento de cámara, la banda sonora, lo bien utilizados que están los silencios, la perfecta realización de cada susto que aunque te lo esperes, te asusta, etc... Es una maravilla, la vi más de una vez y de dos en el cine con mi mujer, y aún después de haberla visto la primera vez, me siguió sobresaltando las veces siguientes. Pese a su largo metraje no se hace larga, no se hace aburrida, es cierto que hay un tramo (más o menos después de la mitad) en el cual apartan un poco los sustos y hablan bastante pero no llega a hacerse aburrida para nada, quizás sobraba el momento "Elvis" (los que la hayan visto me entenderán). La primera mitad de la película es un no poder estar tranquilo, recuerdo que entre con la cena en el cine y no podía ni cenar.
Se la recomiendo a todos aquellos que disfrutan del cine de terror de verdad, sin sangre a borbotones ni tripas ni torturas, esto es terror del bueno. Creo que esa monja es la que se nos queda a todos en la cabeza después de ver la película.